Créalo o no, pero Julio tiene sus récords sísmicos, tanto dentro de Cuba como en el mundo en general, y lo más curioso, “nada tienen que ver las altas temperaturas y lluvias”, como lo confirman los sismólogos santiagueros, ubicados en la élite internacional, tanto en los estudios de los terremotos como en la asimilación de nuevos enfoques, técnicas y temáticas sobre el apasionante universo de las sacudidas terrestres.
Una revisión de los récords de sismos en julio connota una media significativa, entre cinco y siete grados en la escala Richter, una gran parte fuera de Cuba, por ejemplo, en China, México, Alaska, California, Venezuela, Chile, Papúa Nueva Guinea, Japón, Indonesia y en territorio de Skopie, de la ex Yugoslavia.

La propia confirmación oficial está en los estudios del CENAIS, Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, perteneciente al CITMA (Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la República de Cuba).
En el caso de Santiago de Cuba están las referencias por notas, algunos registros desde 1842, cartas de la época colonial del impacto sísmico en el Castillo El Morro San Pedro de la Roca; además, misivas del propio Gobernador General de la Isla de Cuba (Don Javier Ulloa) que corroboran, primero los registros de julio, y segundo, las incidencias de las sacudidas terrestres relevantes desde tiempos memorables en estos predios sur-orientales.
Precisamente, en 1842 se hizo saber al Gobernador General de Cuba (Don Javier Ulloa) un pedido de atención y donaciones, porque el “el pasado mes de mayo (7 de mayo de 1842) sentimos que la tierra temblaba y temíamos lo peor, al pasar los días nosotros creíamos estar fuera de peligro, pero ahora (7 de julio) la tierra aquí sacudió con más fuerza y furia todo lo que se exponía ante mí, y suplicando a Su Señoría que digne con sus providencias a lo que está ocurriendo esta necesidad, especialmente relacionada con el dinero…
Fíjense, no tardó el otro sismo, apenas una semana después el Brigadier Don Juan Benavente de Casas, Jefe de Artillería del Castillo El Morro (15 de julio, 1842) le escribió al Gobernador de Santiago de Cuba: “… un segundo fuerte choque desde el oeste… los muros fuera de la zona del ala este del Morro han sufrido y mostraron grandes grietas de 5-6 pies… el poblado de Mar Verde ha sufrido mucho… allí todo está destrozad…”
Y es consistente lo que ocurrió en aquel verano de 1842, el mes de Julio le dio paso a un Agosto preocupante. Otra sacudida terrestre más: Relata así al gobernador de Santiago de Cuba, el Brigadier Don Juan Medina, Jefe del Ejército del sector rural de la zona Oriental (19 de agosto, 1842) “… la tropa está preocupada… los daños están muy presentes en todos los puntos de armamento y en un cuarto de una zona extensa Dos Bocas, Baitiquirí, Güira, Salado, Laguna (Laguna Baconao)… hay muchas rocas en las carreteras…”
La sonada sísmica del siete de julio fue relevante, tanto para la época colonial como en condiciones actuales y eso se respira en las anotaciones del 24 de septiembre del propio año 1842, en carta del Gobernador General de Cuba a la Reina Isabel II (1833-1868) de quien se dice tuvo “doce embarazos y ningún marido”. Benito Pérez Galdós la acuñó “la de los tristes destinos”.
Refiere la misiva desde esta ciudad: ”…Mi justa Señora, nuestra querida Villa de Santiago de Cuba ha sido golpeada nuevamente por un terrible terremoto el pasado 7 de julio, nuestros vecinos suplican ayuda para reducir costos y las arcas administrativas no poseen capacidad…”
Un dato curioso, la Reina Isabel II inició el trono con sólo tres años y cuando recibió esta carta desde Santiago de Cuba, sólo tenía 12, era una adolescente, sin embargo, esta comunicación se le dirige, inicialmente, así: “Mi justa Señora…” y es más, veintiséis años después de esta misiva fue derrotado su reinado y tuvo que marchar al exilio, tras la llamada «Revolución Gloriosa» de 1868, cuando, precisamente, en el oriente cubano ocurría una sacudida y no por un sismo. Era el alzamiento del 10 de octubre de 1868 en la Demajagua, por Carlos Manuel de Céspedes. Por supuesto, los llamados seísmos continuaron fuertes en esta región oriental cubana.
Fuera de Cuba, en el mes de Julio también ocurrieron no pocos terremotos significativos, pero los sismos más notables, entre cinco y siete grados en la escala Richter fueron los siguientes, por cierto, confirmados por el CENAIS:
21 Julio 1952, 11:52 UTC, Magnitud 7.3, California, USA. 12 fallecidos.
28 Julio 1957, 02:44 UTC, Magnitud 8.0, Costa de Acapulco, México. 700 fallecidos.
10 Julio 1958, 06:15 UTC, Magnitud 7.7, Alaska, USA. 5 fallecidos.
26 Julio 1963, 04:17 UTC, Magnitud 6.9, Skopie, Yugoslavia. 1000-1100 fallecidos.
29 Julio 1967, 20:05 UTC, Magnitud 6.5, Caracas, Venezuela. 236 fallecidos.
8 Julio 1971, 23:04 UTC, Magnitud 7.8, Illapel, Chile. 85 fallecidos.
28 Julio 1976, 03:42 AM Hora local, Magnitud 7.5, Tangshan, China.
Hasta esa fecha fue el más grave terremoto. Muertos: 242,419 personas, pero pudieron ser más (760,000). Primero fue a las 3:42 horas de la madrugada y a las 3 de la tarde sucedió otro de 7,1, con réplicas de 5,0 y 5,5.
30 Julio 1995, 01:11 UTC, Magnitud 8.0, Antofagasta, Chile. 3 fallecidos.
9 Julio 1997, 19:24 UTC, Magnitud 7.0, Cariaco, Estado Sucre, Venezuela. 73 fallecidos.
17 Julio 1998, 08:49 UTC, Magnitud 7.0, Papúa, Nueva Guinea. 2183 fallecidos.
15 Julio 2006, 07:10 UTC, Magnitud 5.8, Yogyakarta, Indonesia. 8000 fallecidos.
16 Julio 2007, 14:17 UTC, Magnitud 6.8, Honshu, Japón. 10 fallecidos.
2 Julio 2013, 14:37 UTC, Magnitud 6.3, Bireun, Indonesia. 42 fallecidos.
22 Julio 2013, 07:45 UTC, Magnitud 6.6, Provincia de Gansu, China. 75 fallecidos.
7 Julio 2014, 06:23 UTC, Magnitud 7.1, Chiapas, México. 5 fallecidos.
