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Sus rostros lo dicen todo. La alegría de los niños al regresar al entorno escolar es un reflejo de lo que padres, familiares, docentes y autoridades políticas y gubernamentales han trabajado arduamente para lograr: mantener viva esa conquista de la Revolución que es la educación pública.
Este lunes 2 de septiembre, Santiago de Cuba amaneció más temprano de lo habitual. Miles de niños y adolescentes llenaron las calles, dirigiéndose a esos espacios de aprendizaje, juegos y confraternidad que son las aulas y plazas.
Los actos matutinos se convirtieron en auténticas fiestas, con un mar de colores rojo, blanco y azul; presentaciones artísticas, risas y también la inevitable incertidumbre para quienes se inician.
En las aulas, la bibliografía y el mobiliario estuvieron listos; algunos cambios son evidentes: los maestros hablaban del «Tercer Perfeccionamiento» y coincidían en que el objetivo es mejorar la calidad del proceso educativo para formar hombres y mujeres más preparados, donde la ética, el amor a la vida y a la patria sean la base de los valores inculcados.
Más de 165 mil 700 estudiantes de la enseñanza general ya están en las aulas, con una cobertura docente completa gracias a la participación de unos 21 mil educadores de los nueve municipios de la provincia, a pesar de los desafíos impuestos por el brutal bloqueo del gobierno de los Estados Unidos contra el pueblo cubano.