Ningún otro pueblo ha debido asumir un proyecto social y de desarrollo en semejantes condiciones, con una hostilidad tan sistemática y prolongada, por parte de la mayor potencia que ha conocido la humanidad. Aun así, bajo las peores circunstancias y las más criminales presiones, Cuba fue capaz de vencer la severa pandemia de la Covid-19 con sus propios esfuerzos y talento.
El bloqueo constituye –y reiteramos bien claro una vez más- una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todas los cubanos. Por su declarado propósito y el andamiaje político, legal y administrativo en el que se sustenta, califica como un acto de genocidio a tenor de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948.
“Se estima que, de no existir el bloqueo, el PIB de Cuba pudo haber crecido un 9% en 2022”, estima el más reciente informe presentado ante la prensa por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
“A precios corrientes, -aclara el MINREX- los daños acumulados durante más de seis décadas de aplicación de esta política ascienden a 159 mil 84,3 millones de dólares. Tomando en cuenta el comportamiento del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, el bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables por más de 1 billón 337 mil 57 millones de dólares, cifra inferior a la reportada en el informe anterior que abarcó de agosto de 2021 a febrero de 2022, en tanto el precio del oro al cierre de febrero de 2023 disminuyó un 4,2% en comparación con el mismo mes de 2022.”
En la historia del bloqueo contra Cuba trasciende al cierre del siglo XX e inicio del XXI, las afirmaciones de Marcelino Fajardo, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores: “… iba a explorar el mercado australiano y de nueva Zelanda para comprar leche, leche la que toman nuestros niños allá, al fin del mundo, teniendo aquí a Estados Unidos, imagínense el precio cómo se encarece (…) Y Mirando desde la óptica de la tecnología y desde la óptica del desarrollo, falta limar qué significa el bloqueo en término del tiempo (…) Hace doce años, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por primera vez, la resolución cubana que pide poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba. En aquella ocasión fueron 59 votos a favor…”
Pero todo cambió para mal, porque del “1º de marzo de 2022 hasta el 28 de febrero de 2023, el bloqueo causó daños y perjuicios a Cuba, estimados en el orden de los 4 mil 867 millones de dólares. Esto representa una afectación de más de 405 millones de dólares mensuales, más de 13 millones de dólares diarios, y más de 555 mil dólares por cada hora de bloqueo.”
Para colmo, el 11 de mayo de 2022, el Secretario de Estado de los EE.UU. notificó al Congreso la certificación de Cuba como país que “no coopera plenamente” con los esfuerzos antiterroristas de EE.UU., de acuerdo con la Sección 40A (a) de la Ley de Control de Exportación de Armas y la Orden Ejecutiva 13637. Con ello, “se ratificó por tercera ocasión consecutiva la inclusión de Cuba en este listado. La medida entró en vigor el 20 de mayo de 2022, tras su publicación en el Registro Federal.
Los enemigos del norte no se quedaron quietos, el propio 2 de septiembre de 2022, el flamante presidente Joseph Biden extendió por un año las restricciones del bloqueo contra Cuba bajo la Ley de Comercio con el Enemigo.
Con bombo y platillo, ante las cámaras de los Medios de prensa contra nuestro país, la decisión se hizo pública mediante un comunicado de la Casa Blanca. “El 14 de octubre de 2022, mediante directiva presidencial, Joseph Biden extendió por un año las restricciones de otorgar fondos federales para intercambios culturales y educacionales con Cuba, entre otras medidas. Esta acción se derivó de la permanencia de la Isla en el Nivel 3 del Informe Anual sobre Trata de Personas del Departamento de Estado.”
Precisamente el 30 de noviembre, pero del año pasado, el Departamento de Justicia publicó una “recomendación realizada por el Comité de Evaluación de la Participación Extranjera en los Servicios de Telecomunicaciones de los Estados Unidos a la Comisión Federal de Comunicaciones, para denegar una solicitud de licencia al Sistema de Cable Submarino ARCOS-1, que buscaba añadir una estación de aterrizaje en Cuba.
Las fakenews llegaron a récords y eso sirvió como argumentos sobre “la supuesta amenaza de contrainteligencia que representa el país para los Estados Unidos y su designación como Estado patrocinador del terrorismo.”
El bloqueo afecta los derechos humanos, pero el gobierno norteamericano persiste en las presiones de todo tipo: regula las medidas extraterritoriales para presionar en vano a Cuba, donde el rechazo popular es firme y cada vez más apoyado por la razón mundial.
Palabras vigentes del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, sobre el bloqueo a Cuba:
“Ustedes verán como se presenta la resolución, son tan estúpidos que le han dado a nuestra delegación argumentos tan poderosísimos para poder explicar aquí la barbaridad que acaban de hacer.”
