Santiago de Cuba, 31 jul.— Después de medio siglo, la amenaza que aún representa la COVID-19 interrumpió la tradición arraigada en los santiagueros de peregrinar las calles de la Ciudad Héroe para recordar a sus mártires.
En el cementerio Santa Ifigenia, se sintetizó el recorrido entre el Parque Céspedes y este camposanto patrimonial, que anualmente reedita la conmoción popular desencadenada por el entierro del líder de la lucha clandestina. En el aniversario 63 de su muerte física, no faltaron las flores para Frank País.
Las principales autoridades de la provincia develaron aquí una ofrenda enviada a título del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, para honrar la memoria del compañero de luchas.
Otros representantes del Partido, el Gobierno, la Asociación de Combatientes y las organizaciones políticas y de masas, se sumaron al pequeño acto ante el panteón de la familia País García.
Oendis Vázquez Torreblanca, Presidente de la Organización de Pioneros José Martí en la provincia, compartió el sentir de las nuevas generaciones, comprometidas con la continuidad de la obra revolucionaria del Jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio.
Cada 30 de junio Santiago de Cuba florece y se vuelve altar de lealtad para honrar a sus mártires. No hubo este año banderas, ni lluvias de pétalos en los balcones, pero las calles de la ciudad mártir conservan el clamor de su historia.