San Luis, Santiago de Cuba, 23 nov.— Lugares por los que transitamos a diario guardan pasajes de la historia patria.
La calle Moncada en San Luis resguarda la memoria de dos de sus hijos Juan Morales Castro y Luis Ignacio castro. Con 27 y 41 años respetivamente, fueron asesinados por la tiranía batistiana el 22 de noviembre de 1957. Pertenecer al movimiento 26 de julio y contribuir con sus acciones a desestabilizar un gobierno que masacraba y sumía al pueblo en la miseria, era su único delito.
Frente a la tarja que perpetúa la memoria de ambos mártires se reunieron estudiantes de la escuela cercana, trabajadores de la fábrica de galletas que lleva el nombre de Ignacio Castro y Combatientes de la Revolución cubana.
Flores, canciones, palabras que llevan implícito el compromiso de las nuevas generaciones con quienes dieron la vida por la libertad y los derechos que hoy se disfrutan, no faltaron. Tampoco el homenaje al hombre que materializó los sueños de los mártires caídos; nuestro eterno líder Fidel Castro.