Texto: Irina Portuondo Miguel y Leticia Creach
En medio de las complejidades económicas que enfrenta el país, trabajadores de la Empresa Cárnica Santiago sostuvieron un intercambio con funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, como parte de un ejercicio de reflexión colectiva sobre los impactos del bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos.
El encuentro permitió visibilizar cómo esta política, sostenida por más de seis décadas, afecta directamente la producción nacional, especialmente en sectores estratégicos como el alimentario. Las restricciones para importar materias primas, tecnologías y piezas de repuesto han obligado a la entidad a buscar alternativas productivas.

Orlando Quevedo Torres, director de la empresa, explicó que se han implementado soluciones sobre la base de recursos locales, en alianza con campesinos y productores agrícolas.
“Nos hemos enfocado en producciones alternativas, aprovechando lo que tenemos cerca: cerdo, ovejo, gallina, y productos agrícolas. Es nuestra vía para sostener la producción ante la imposibilidad de importar lo esencial”, señaló.
Por su parte, Alejandro Betancourt Peña, funcionario de la Delegación Canadá-Europa de la Cancillería, destacó que el objetivo del intercambio fue escuchar, compartir historia y comprender las raíces de los desafíos actuales.

“No venimos solo a hablar del bloqueo, sino a escuchar. Nos toca a todos jóvenes, dirigentes, trabajadores, crear soluciones para transformar la realidad. Solo ganando en cultura y volviendo a nuestra historia podremos entender el porqué y el cómo de lo que vivimos hoy”, expresó.
El diálogo evidenció que los efectos del bloqueo van más allá de lo económico. Se reflejan en la cotidianidad de los trabajadores, en la voluntad de resistir y en la capacidad de reinventarse desde lo local. La Empresa Cárnica Santiago, como muchas otras, continúa apostando por la soberanía alimentaria y el compromiso con el pueblo.