lunes 12 mayo 2025

Asistimos a una Era muy peligrosa para la humanidad cuando los pueblos son más conscientes del valor de la cultura, de su identidad y patrimonio, pilares muy claros en Fidel al llevar una Revolución que tuvo tras su triunfo la Campaña de Alfabetización, la mejor estrategia diseñada y cumplida en momentos decisivos en la consolidación del proyecto social cubano., dígase del cuño de las Palabras a los Intelectuales que definió todo un proceso cultural que en su punto de partida promovió la edición del primer libro, tras la victoria de enero de 1959: Don Quijote de la Mancha.

Imposible no priorizar la unidad y separar Cultura, Identidad y Educación, cuando es crucial la Batalla de las Ideas, de pensamiento, plan contra plan como nos legó el célebre Maestro José Martí, quien dijo que cada calle debe ser una escuela, por eso, Fidel como el mejor discípulo martiano, repitió y con toda intencionalidad, aquella célebre frase: “Yo no le digo al pueblo cree, sino lee”.

Y en este llamado a la Unidad, hay que partir del reenfoque del papel de la familia como la modeladora, la que por minutos te enseña lo doméstico, lo correcto al saludar, sentarse, caminar, e introduce al niño y la niña en la lógica, al análisis, por eso, se insiste en recuperar la asignatura de Educación Cívica, aunque el maestro lo instruirá pero la enseñanza en toda su dimensión está donde mayor tiempo e intimidad está el ser, en la familia.

Cultura, Identidad y Educación no pueden ser meros tópicos metodológicos en el nuevo año 2025, de lo contrario, queda en peligro la Unidad de todos, no importan los credos, la religión, filiación política, inclinación sexual o profesión.

En política exterior se subrayan los principios unitarios, “en la lucha antiimperialista, en la defensa de la paz, en la promoción de la solidaridad y el internacionalismo; en la búsqueda de relaciones de amistad y cooperación con todos los países, en la preservación y promoción del Derecho Internacional.” Eso lo reitera el presidente Díaz Canel, y no por gusto agrega ante el parlamento cubano:
“En el marco de las duras condiciones que ha enfrentado el país este año podemos decir que hemos recibido una amplia y profunda solidaridad internacional, que agradecemos, procedente de muchas naciones, tanto de parte de gobiernos como de organizaciones y personas individualmente, así como de organismos internacionales.”

Y si de Unidad se basa nuestra estrategia, no puede quedar aparte el pensamiento de Fidel, todo lo contrario, porque: “Es amarga esta lucha en el terreno económico, tremendamente amarga, difícil, dura; esta lucha contra el bloqueo, esta lucha contra las escaseces, esta lucha contra la pobreza, esta lucha contra las necesidades materiales e inmediatas de tanta gente que todos los días necesitan esto o lo otro; esta lucha contra el que se desalienta, o el que se desmoraliza; esta lucha contra los que no tienen principios, contra los que traicionan los principios o violan las leyes y las normas en perjuicio de los intereses de los demás; ese trabajo arduo que nos imponen las circunstancias en que luchamos”.

No es la primera ni será la última vez que en medio de situaciones difíciles, abogamos por la Unidad de todas las fuerzas, movimientos, sociedades, organismos y de las instituciones, de las comunidades, de los barrios ante el desespero del enemigo que apuesta más a la debacle cubana y recurre a todos los actos delictivos, a los hechos que degradan al ser sin importar cuántas historias de sufrimientos, de resistencia y de intentos contra el bloqueo existen y que sí son criminales, como el punto de vista de un Marco Rubio al decir que Cuba merece estar en la lista de los países patrocinadores del terrorismo, porque este país es un peligro para la humanidad.

Si antes el ataque anticubano se sostenía con el repetitivo argumento de que en esta tierra nunca hay cambios, es lógico que con el imparable registro de decenas de resoluciones, decretos y disposiciones legales de todo tipo emitidas y aprobadas en tan poco tiempo, todavía nos ataquen con el mismo enfoque, lo cual demuestra la desactualización de quienes escupen y no hablan, ofenden y no razonan, verborrean y no escuchan porque es mejor subrayar distorsiones para no reanimar la economía, colocar al país en posición más agobiante y apostar al desespero, a la desmotivación, a la desunión.

Y el mundo, entretanto, cambia porque muestra por minutos las lecciones de la desunión ante el desenfreno de las “Trump-adas”, es como si escucháramos el pensamiento vivo de Carlos Marx y Federico Engels, en aquel “Manifiesto Comunista” que hoy cobra actualidad cuando muchos, incluso, de la propia izquierda temen repetir ante la decadencia imperial aquellas líneas del mencionado texto inmortal:
“Los proletarios no tienen nada que perder en ella más que sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo que ganar…”

cuba unida santiago 67
Y si de Unidad se basa nuestra estrategia, no puede quedar aparte el pensamiento de Fidel. / Santiago Romero Chang
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Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
Saludos desde México. La cultura de la previsión así como la calidad en el trabajo ayuda a los pueblos de…
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…
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