Guantánamo (ACN) Los guantanameros amantes de la naturaleza acogieron con beneplácito la posibilidad de que poblaciones del Pitirre Real (Tyrannus cubensis) reportadas hace tres lustros se mantengan e incluso experimenten una presencia mayor, debido a la preservación e incremento de los bosques en que se avistaron.
El Doctor en Ciencias Bárbaro Zabala Lahite, investigador de la Unidad Provincial de Servicios Ambientales de la delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, subrayó hoy a la Agencia Cubana de Noticias la objetividad de ese supuesto, debido al mejoramiento del hábitat de las especies que atesora el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, Sitio de Patrimonio de la Humanidad.
En el sector Ojito de Agua de esa área protegida, que comparten Guantánamo y Holguín y es la mayor del Caribe Insular, se reportaron en 2007 varios ejemplares de la avecilla, a la cual el poeta puertorriqueña Andrés Díaz Mrrero denominó ave de pequeño encaje y espadachín de los cielos.
Aunque no se avistan con la frecuencia deseada, es de suponer que durante estos 15 años, se hayan incrementado las poblaciones de pitirres, en un ecosistema que progresivamente se ha conservado y mejorado, y al cual se han creado las condiciones para que las especies se mantengan o incrementen, en lugar de disminuir o emigrar, añadió el investigador.
La familia Tyrannus cubensis es endémica de Cuba, hacia la cual emigra en invierno la Tyrannus verticales, cuyas poblaciones poco numerosas se restrigen actualmente a las serranías centrales y occidentales del archipiélago,.
El Pitirre Real se mantiene declarado“en peligro”, una categoría intermedia entre “vulnerable” y “peligro crítico de extinción”, todas reconocidas por la Unión Internacional de la Naturaleza.
Lea más: Atesora Holguín especies endémicas de la flora y la fauna La circunstancia de que se mantiene la mayor parte del año en la zona que ocupa, torna más fácil el seguimiento y monitoreo del pájaro, el cual no sobresale por la versatilidad y potencia de su canto, como el ruiseñor, al cual denominan por esa razón “tenor con alas”.
Pero a diferencia de este último, cuyo gris plumaje desentona con sus potentes trinos, el pitirre descuella por su hermoso plumaje y el celo hacia su territorio, el cual marca o delimita constantemente, en velada advertencia a los intrusos, a los cuales suele enfrentar ya sean gavilanes, gatos o seres humanos.
