Santiago de Cuba, 19 ene.— Tras reportarse más de 690 contagiados con el virus SARS-Cov-2 en las últimas dos semanas y un elevado número de casos activos y controles de focos, prosigue la lucha contra la COVID-19 en Santiago de Cuba.
Mella, Palma Soriano y la cabecera provincial constituyen las demarcaciones con mayor complejidad sanitaria, aunque en las nueve se contabilizan confirmados positivos y la posibilidad de incrementar las cifras en próximas jornadas, debido a la dispersión del patógeno.
Para revertir este escenario, el Consejo de Defensa Municipal (CDM) de Mella determinó el uso obligatorio del nasobuco en todas las actividades, la colocación del paso podálico en las instituciones, comercios y viviendas, y la higienización de las manos con soluciones desinfectantes.
También, recalcó la necesidad de intensificar la búsqueda de personas con indicios sugestivos de COVID-19, y la prohibición de entrada de trabajadores con síntomas respiratorios a las entidades laborales y su inmediata remisión a los centros de salud.
En medio del segundo repunte, las tres áreas de salud de Contramaestre acumulan hasta la fecha 24 enfermos con el nuevo coronavirus y nueve controles de foco, en los cuales se trabaja con intensidad en la identificación y aislamiento de los contactos, medida efectiva para contener la propagación de la pandemia.
Con el propósito de detener el avance del padecimiento, el CDM contramaestrense comprueba la calidad de las pesquisas, la vigilancia epidemiológica y otras acciones encauzadas a elevar la percepción del riesgo entre los ciudadanos.
De igual forma, aseguran los puntos de frontera provincial con la verificación de la temperatura a los viajeros provenientes de otras localidades, la desinfección de manos y pies, y el control de los vehículos que transitan en una dirección y otra.
Según información de Radio Majaguabo, en el municipio San Luis se habilitaron dos hospitales de campaña, en el politécnico Andrés Valdés y la sala de rehabilitación Alberto Fernández, el primero destinado al cuidado de contactos de sospechosos y el segundo para los de primer orden de los positivos, respectivamente.
La zona de cuarentena en reparto Ramón López Peña que abarca 19 manzanas con 460 viviendas y más de mil habitantes recibe atención priorizada de los sectores Salud Pública, Aguas Turquino, Comunales, Comercio y Gastronomía y la Agricultura, un empeño de las autoridades políticas y gubernamentales por acercar esos servicios a esa comunidad aislada.
Jazmín Tortosa, vicepresidenta del CDM, comentó la mejoría en la disciplina social, la organización de las colas y la apreciación del peligro por parte de los sanluiseros, y agradeció por ello a los agentes del orden público, la Cruz Roja y a la emisora local en la promoción de mensajes educativos.
En Dos Caminos de San Luis los profesionales de la salud visitan a las personas de alto riesgo y chequean con rigor a los pasajeros nacionales e internacionales llegados al poblado y zonas aledañas.
Desde el 12 de octubre hasta la fecha, el territorio acumula 40 enfermos, 11 importados y 29 autóctonos, una veintena de casos activos y se encuentran en aislamiento domiciliario 182 personas.
Con amarga experiencia en el enfrentamiento a la COVID-19 en noviembre pasado, en Songo-La Maya, ubicado entre Guantánamo y Santiago de Cuba, los dos focos de la epidemia en el oriente cubano, se suspendió el transporte local y los servicios de barbería, peluquería, manicura y otros quedaron limitados.
De acuerdo con Vivian Torreblanca, vicepresidenta del CDM, para el pago a los jubilados se retomará el servicio de carteros y los ancianos vinculados al Sistema de Atención a la Familia recibirán los alimentos a domicilio con el apoyo de mensajeros incorporados de diversos sectores.
El perfil de Facebook «Songo-La Maya Piensa” destaca la preparación de hospitales y centros de aislamiento de Alto Songo, la casa de abuelos y el tecnológico de Los Reynaldo para el ingreso de sospechosos al padecimiento.
La nueva oleada de COVID-19 azota con fuerza a Santiago de Cuba, una de las cuatro provincias en etapa epidémica, donde se trabaja con ahínco para cortar la transmisión de la enfermedad en el menor tiempo posible y emprender el camino a la recuperación con la disciplina y responsabilidad por delante. (Beatriz Vaillant Rodríguez)
