Bogotá, 4 abr.— El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) denunció ataques contra su sede en la ciudad de Popayán en un contexto de incentivación de odios contra la Minga del suroeste colombiano que hoy cumple 25 días.
Según el CRIC, también fue atacada la sede de una organización campesina en Popayán, capital del departamento del Cauca, epicentro de la protesta indígena que reclama el cumplimiento de unos mil 300 acuerdos pactados con las comunidades originarias de esa zona del país.
Los actos de violencia contra el Consejo dejaron un saldo de 10 indígenas heridos, quienes se encontraban en la citada instalación que resultó destruida.
Voceros del CRIC declararon que las arremetidas de civiles contra sus instalaciones fueron pagadas y promovidas por los gremios empresariales de la región.
Hacemos un llamado a la Defensoría del Pueblo y organizaciones de derechos humanos para que velen por el derecho a la protesta de los pueblos ancestrales y se les garantice la integridad física y psicológica a las personas que se encuentran en la Minga, señaló en un comunicado la organización indígena.
Neis Oliverio Lame, consejero mayor del CRIC, dijo a la FM Radio de Colombia que si no cesan los ataques contra los mingueros peligra la continuidad del diálogo con representantes del gobierno nacional.
En opinión del senador del Movimiento Alternativo Indígena y Social Feliciano Valencia, los agresores demuestran su racismo auspiciado por quienes promueven el odio en el Cauca contra la Minga.
También trascendió que a un periodista local, que cubría las manifestaciones en Popayán, los detractores de la movilización indígena le lanzaron piedras cuando intentaba reportar la agresión a la sede de los indígenas.
