Imposible la historia de Cuba contemporánea, sin referencias a los aportes e incidencias de la Radio y la Televisión cubanos, en este caso, de Santiago, como epicentro en el extremo sur oriental del archipiélago nacional en la generación de producciones audiovisuales, en la realización con un estilo y forma propios, un colectivo que dependió mucho de las innovaciones y la creatividad en el enfoque de los hechos, y siempre, con las presiones innatas del localismo, lo intrincado y con bajos recursos que enfrentaron periodistas, locutores, actores, los operadores de audios, efectistas y musicalizadores, la mayoría empíricos.
Así no sólo surgió CMKC, porque también echó andar ella en la fatídica década de los años treinta en medio del gobierno sanguinario de Gerardo Machado, el “asno con garras” y así, fue peor en los sucesivos dictadores que ahogaron al país y no permitieron, ni un ápice de la verdad en la programación radial hasta el final de diciembre de 1959.
Las colas de los locutores, operadores y actores, entre otros, era normal cada mañana y tarde frente a la CMKC, en espera de que alguien enfermara o fuera baja de la Radio, por eso, cuando usted repasa el aval profesional de cada trabajador, hallará que en su mayoría trabajó en el pluriempleo, aún en condiciones extremas y con una administración desentendida de la capacitación técnico-profesional.
Y así se forjaron aquellos radialistas santiagueros, en su mayoría emigraron hacia las cadenas nacionales de radio y televisión en La Habana, donde llegaron al estrellato nacional y hasta en el extranjero.
Mucho se perdió con el descontrol del archivo local, el poco apoyo, casi nulo, al cuidado de las cintas y equipos, su almacenaje y reserva en la nueva era de la digitalización radiofónica que llegó con muchas expectativas de cambios, pero poca atención a esas joyas del pasado.
Por ejemplo, los programas de Chicho Timbrazo, el noticiero de la CMKC, la columna de Cervallero, las descargas matinales, rancho mexicano, las novelas, los recitales de los grupos y solistas santiagueros y toda la epopeya del triunfo revolucionario del primero de enero, la entrada de Fidel, su discurso, la entrevista con Camilo, el discurso del Che en la Universidad de Oriente y la nueva Era que provocó el cambio del nombre de la emisora, a propuesta del realizador Rolando González: RADIO REVOLUCIÓN, que luego mejoró su identidad corporativa con el slogan:
“La que siempre te acompaña”.