¿Qué es ser un joven de su tiempo? ¿Acaso transitar por una sociedad que se encargue solo de agrupar intereses, que comunes o en descuerdo, conformen un sistema? ¿O visualizar el tiempo a la velocidad de los que creen que pueden determinar qué está bien y qué está mal? Cada ser humano nace con la capacidad de desarrollar un pensamiento, una actitud ante la vida, las reglas del juego que le corresponda llevar a cuestas.
Un joven de su tiempo no mira carencias por encima de la virtud de respirar, de sonreír y de andar con pasos firmes en tierra de gigantes. Un joven de su tiempo no peca de ignorante ante su historia y la representa en el mundo. Cuba se multiplica en sus jóvenes, en los que cada día andamos por ahí empujando un país.
La continuidad no es una consigna. Las generaciones que hoy ocupamos responsabilidades en diferentes aristas de la sociedad, haremos que Cuba sea mejor en la medida en que podamos afrontar cada desafío, pues somos protagonistas de nuestras propias transformaciones sociales, políticas y económicas.
No pretendían los hombres que vivieron su tiempo años atrás que esta obra noble y virtuosa, que hoy cumple 61 años, persistiera ¿y que creen?, aquí estamos sembrando una mejor juventud, porque las victorias nos han demostrado que madurar lentamente no es un error, mientras se madure.
Seguiremos negociando contra el imperio de óbices, nos bastan las ideas como armas. Esa es nuestra referencia para difundir la verdad sobre la conciencia, la razón y el honor de los hombres. Como diría el gran maestro José Martí: “…cuando habla un joven, el alma recuerda donde se enciende su vigor”.
Felicidades a nuestra UJC en su aniversario.