Contramaestre, Santiago de Cuba, 20 mar.— Las personas de la tercera conforman uno de los grupos poblacionales más beneficiados en el Proyecto del Código de las Familias, ecuación del derecho de la “célula básica de la sociedad” que en estos momentos debaten los habitantes del municipio Contramaestre.
Criterios diversos pero coincidentes en el tema de la ancianidad, afloran en la consulta popular que desarrolla esta región de la provincia Santiago de Cuba, pues se reconoce que se hace justicia a quienes cuentan más años y necesitan de atenciones especiales, sobre todo para el cuidado de su salud.
Los participantes en las reuniones que se desarrollan en las áreas electorales de todo el territorio, reconocen cómo el nuevo código garantiza los derechos de los ancianos en todos los posibles escenarios donde viven, favoreciendo de esta manera que ninguno quede desamparado.
Evi Sánchez, Especialista de Cuadro de la Dirección de Trabajo destaca que una de las cuestiones contempladas en el proyecto del Código de las Familias que más le ha llamado atención es lo relacionado con la atención por parte de la familia o los llamados cuidadores.
El derecho a la comunicación de los abuelos con sus nietos, un aspecto novedoso que protege y fortalece su rol en la familia, viabiliza y genera una relación afectiva de compromiso y entrega mutua pues, en la actualidad no existe una figura jurídica que proteja dicho régimen de comunicación.
Una norma jurídica como esta despeja mejor el camino a los profesionales para la protección a los ancianos. Así lo aprecia Yadira Fonseca Capote, Jefa de la Unidad de Trabajo Social de la Dirección de Trabajo en Contramaestre.
Aun cuando el país ha desarrollado un serio y profundo trabajo de protección a estas personas, el nuevo código propone derechos y obligaciones mucho más explícitos, convirtiendo en una norma jurídica lo que en muchos casos solo se asumía como un deber, deber que en ocasiones es soslayado.
Entre las opiniones sobre la norma legal y los adultos mayores, vertidas en consulta por los habitantes de este territorio de la provincia Santiago de Cuba, se destaca el derecho de quienes se convierten en únicos responsables de la atención a los ancianos y discapacitados.
Mercedes Domínguez Cabrera, especialista Trabajo y Seguridad Social, explica que en el documento también se contempla el derecho que tienen aquellos que se dedican a la atención directa de personas adultas que necesitan de cuidados especiales. Ello sin dudas refuerza la calidad del trato en el que incluye el tan necesario amor.
Apostar por este proyecto es asegurar el futuro colectivo e individual de aquellos que “peinan canas”, así lo asegura Iliana Rodríguez Labaut, Sub-Directora de Empleo de la Dirección de Trabajo en el municipio Contramaestre. Para ella este documento ayuda a entender qué significa ser persona mayor en estos tiempos, con necesidades, intereses y planes diferentes.
El 21,3 por ciento de la población de Cuba está contemplado en el rango de adultos mayores, una cifra nada despreciable, mucho menos si se tiene en cuenta que en 2025, uno de cada cuatro habitantes tendrá más de 60 años.
El Proyecto del nuevo Código de las Familias también apunta en esa dirección, para enfrentar una realidad que necesita de un tratamiento especial, desde la inclusión y los afectos.
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Realizador de Radio (Locutor, director de programas y escritor) en ICRT