Santiago de Cuba, 31 dic.— Llega el último día del año y con él una tradición que distingue a los santiagueros: La Fiesta a la Bandera.
Y es que es un momento que lleva en sí todo lo solemne y lo patriótico que un acto dedicado a la Bandera Cubana puede tener. Es el tributo a todos aquellos que lucharon por ver a la patria libre y soberana. Es la confirmación de que siempre sabremos mantener su pureza y su entereza.
Pero la Fiesta la Bandera se ha convertido también en un instante de presagio que ningún santiaguero, creyente o no, pasa por alto.
Desde horas antes del suceso los habitantes de esta tierra maravillosa se congregan en las inmediaciones del Parque Céspedes, para disfrutar del espectáculo cultural precedente y las variadas opciones de la gastronomía.
Al acercarse la medianoche todos miran su reloj, y al llegar las doce en punto, junto a las notas del Himno Nacional, se iza la flamante Bandera Cubana.
Bandera Cubana que hace latir muy fuerte los corazones de los santiagueros, pues según cuentan de boca en boca los nativos, según ondee la bandera así será el año entrante.
Y teniendo en cuenta lo vivido ente 2021 con la pandemia de la Covid-19 que insiste en doblegar a la humanidad, yo me atrevería a decir que todos en esta ciudad insurrecta y clandestina, rebelde y hospitalaria, deseamos que nuestra bandera ondee con holgura y nos traiga un 2022 lleno de esperanzas para continuar construyendo cada día la obra de la Revolución.