Santiago de Cuba, 14 oct.— Dicen que el amor es el sentimiento universal capaz de tender puentes y salvar vidas. Así también lo siente el pequeño Alexis Daniel Narajo Valdés, quien a sus diez años, recibe tratamiento especializado en la sala de Nefrología, del Hospital Infantil Norte Juan de la Cruz Martínez Maceira, de esta ciudad.
Allí transcurren largos días para las familias de los nueve infantes que hoy son atendidos por el personal de salud de esta sala. Sin embargo, luces de esperanza y consuelo encuentran en la ciencia cubana y en los gestos de solidaridad y humanismo de cubanos que, unidos al sentimiento de hermandad, también brindan su ayuda desinteresada.
Es así que otro donativo llegó, esta vez de alimentos, para los pacientes infantiles de la sala de Nefrología, en un aporte de los trabajadores por cuenta propia (TCP) del Turismo y la Gastronomía.
Al respecto, la doctora Vilma Zayas Torres, Especialista en Medicina General Integral y Nefrología, nos comentó: «Es un gesto que agradecemos todos los integrantes de la sala y los familiares que tienen a sus niños aquí. Éstos pequeños, debido a las características de la enfermedad, reciben una alimentación diferente con proteínas, sobretodo, con un equilibrio de vegatales y carbohidratos así como niveles controlados de azúcar. Y que llegara este donativo de alimentos es una alternativa que todos agradecemos».
«Con este donativo queremos significar que es un aporte de todos los trabajadores por cuenta propia de Santiago y que lo hacemos con el objetivo de entregarle a estos pequeños una dosis de amor con cositas que le sean utiles y que les gusten», puntualizó Amelia Correoso Mustelier, representante de los TCP en la provincia.
«Además, queremos que las personas también conzcan que los Trabajadores por Cuenta Propia estamos siempre dispuestos a poner nuestro granito de arena para colaborar con instituciones como ésta, donde se necesita una alta dosis de sensibilidad y solidaridad. También pensamos que es una manera de ayudar a nuestra provincia en medio de la situación epidemiológica por la Covid-19 y demostrale a quienes no comprenden la esencia de la Revolución que nosotros compartimos y colaboramos con el proyecto País que todos queremos», concluyó Amelia, quien de manera personal agradece a los médicos y enfermeras de la sala de Nefrología del Hospital Infantil Norte, conocido como la Ondi, por la atencion brindada a su pequeña, hace ya unos años atrás.
Este Hospital desde inicios de la pandemia ha tenido varias reestructuraciones para garantizar la atención a sus pacientes, hasta que desde hace unos meses, el personal de salud que aquí labora aúna esfuerzos para dedicarse a infantes enfermos de Covid-19 pertenecientes a toda la región Sur-Oriental.
Hasta el momento -desde noviembre de 2020- han sido atendidos más de cuatrocientos pacientes, incluyendo de las provincias La Habana, Mayabeque, Ciego de Ávila y Holguín mediante el servicio regional de Nefrología. Entre sospechosos y confirmados por la Ondi han pasado más de 9 mil pacientes, mientras ha mantenido la mortalidad por Covid-19 en cero.
Entre el asombro y el agradecimiento se escucha la voz del pequeño Alexis Daniel, ya en los minutos finales de nuestra visita a la sala de hemodiálisis mientras intercambia palabras con nuestro equipo.
«Yo sólo quiero agradecer a los médicos y enfermeras que nos atienden muy bien aquí por salvar la vida de todos los niños que estamos en esta sala. Gracias a sus cuidados yo me siento mucho mejor y espero irme pronto a casa con mi mamá y mi familia».
Es la ciencia y la salud cubanas, acompañadas de acciones de solidaridad como la de Amelia y sus compañeros, los lazos de amor que también salvan la vida de estos pequeños que reciben la atención especializada en la sala de Nefrología.
Gestos propios de un país al que, sin dudas, le sobra corazón para seguir llenado de esperanza la vida de quienes depende el futuro de la Patria.