La Habana, 13 jul.— Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores, manifestó hoy que los intentos desestabilizadores en Cuba formaron parte de una campaña comunicacional y política, orquestada y financiada por el gobierno de los Estados Unidos.
En conferencia de prensa con corresponsales extranjeros y la prensa nacional, transmitido por la televisión cubana, expresó que las protestas aisladas de este domingo aprovecharon de manera oportunista el aumento continuado de casos positivos y fallecidos por COVID-19 en Cuba.
Además, se sirvieron de la tensión en el sistema de salud y las carencias provocadas por las dificultades económicas, agravadas en los últimos dos años por la intensificación deliberada del bloqueo económico, comercial y financiero, puntualizó.
El Canciller informó que desde del 23 de junio, fecha en la que Cuba obtuvo una abrumadora victoria en las Naciones Unidas al exigir el fin de la hostil política, se puso en marcha una campaña de comunicación de alta envergadura que busca fomentar el caos social, el desorden y la violencia, recursos que se han utilizado en otros países con consecuencias desastrosas.
Denunció que Washington ha dedicado, especialmente en los últimos años, cientos de millones de dólares para interferir en los asuntos internos de la nación caribeña e, inútilmente, fomentar una oposición política para fracturar el orden constitucional y las condiciones de armonía y seguridad en las que vive el pueblo cubano.
Al decir de Rodríguez Parrilla, para ese fin han utilizado herramientas de alta tecnología para manipular grandes bases de datos y posicionar una matriz de opinión contraria a la que defiende el Gobierno y pueblo de la mayor de las Antillas.
Demandó asimismo que se ponga fin a la manipulación, la discriminación y los intentos para fomentar flujo migratorio irregular, al violar los acuerdos internacionales en ese ámbito. (v)
