A 54 años de la muerte del Comandante Pinares, el Marcos de la guerrilla boliviana

Santiago de Cuba, 2 junio.— El 2 de junio de 1967, hace hoy 54 años, mientras cumplía una misión de exploración en la zona de Bella Vista, Bolivia, fue muerto en una emboscada el combatiente internacionalista cubano, Antonio Sánchez Díaz, el querido Comandante Pinares.

Pinares, conocido por Marcos en la gesta boliviana del Che había sido de los primeros cubanos en llegar a las selvas de esa hermana nación suramericana, participando activamente en el asentamiento y posterior desarrollo de la guerrilla e integró el llamado grupo de la retaguardia de Joaquín, dirigido por el Comandante Vilo Acuña.

Cuentan los sobrevivientes de esa gesta que al principio Pinares manifestó algunas muestras de indisciplina por la que fue requerido en varias ocasiones por el Che, pero ante la advertencia de su separación deshonrosa de la guerilla manifestó: ¡Antes fusilado! y mostró su posición de continuar a cualquier costo en la lucha.

Antonio Sánchez Díaz, era natural de Pinar del Río, donde trabajó en diferentes labores del tabaco, además de la carpintería y la albañilería. Conociendo de la lucha en la Sierra maestra, viajó un día hasta Oriente y después de varios días fue que pudo constatar con los guerrilleros siendo enviado a un escuadrón de reclutas.

Tras concluir el período de preparación se le asignó la operación de una ametralladora 30, la que convirtió en una eficiente arma para la tropa guerrillera. Bajo las órdenes de Camilo Cienfuegos hizo la invasión hasta Las Villas, donde participó en más de 10 combates, incluida la toma de Yaguajay.

Antonio Sánchez Díaz, Pinares, terminó la guerra con el grado de capitán y cinco días después del triunfo el propio Camilo lo ascendió a Comandante. En MIL 965 integró el primer comité central del Partido Comunista de Cuba y un año después dejó de ser el Comandante Pinares para convertirse en el Marcos de la gesta boliviana.

El Comandante Pinares encontró la muerte el 2 de junio de 1967 y 54 años después lo dicho por él en una ocasión se confirma: «Tenemos grandes tareas que realizar que necesitan del sacrificio de cada uno de nosotros para que se conviertan en glorias de todos».