El gobierno iraquí presentó una querella con ese motivo ante un tribunal en Suecia, pero hasta ahora el procedimiento legal continúa silenciado en la opinión pública internacional.
La demanda corrió a cargo del asesor legal del Parlamento iraquí, Hatif al-Rikabi, mediante la cual Bagdad exige compensación por los bombardeos estadounidenses contra antiguas instalaciones nucleares del país árabe.
En dos ocasiones, en los años 90 del siglo XX y en una en los 2000, dijo al-Rikabi, el Pentágono utilizó bombas y misiles que contenían uranio empobrecido.
Un equipo legal iraquí trabaja por una resolución de la ONU que obligue a Washington a restaurar los daños provocados a la nación árabe.
Los ataques contra las instalaciones nucleares del antiguo gobierno iraquí que también incluyen un asalto aéreo israelí en 1981, contaminaron en niveles mortales a miles de familias.
Las muertes sobrevinieron por variados tipos de cáncer, apoplejía o defectos de nacimiento.
Durante 2004, el Ejército norteamericano impuso un asedio a la ciudad de Faluya, a la cual bombardeó con grandes cantidades de munición de uranio empobrecido.
Las estadísticas oficiales muestran que la tasa de cáncer en Iraq pasó a ser de 40 por cada 100 mil personas antes de 1991, a mil 600, en 2005.