Buenos Aires, 3 sep.— El presidente argentino, Alberto Fernández, se refirió a cómo la cuestión de la pandemia de Covid-19 lamentablemente se politizó en el país y algunos factores de poder y la oposición la utilizan como mecanismo de ataque al gobierno.
De pronto, dijo, nos convertimos en personajes insensibles que queremos tener a la gente encerrada. Inventaron que nos enamoramos de la cuarentena, insistieron, pusieron ese mensaje y hay gente que terminó creyéndolo.
En una entrevista con el programa A dos voces, para el canal TN, el mandatario ahondó en la situación sanitaria y apuntó que para él hoy lo más importante es que la gente tenga la posibilidad de ser atendida si se enferma, tras advertir que hay muchos lugares donde la ocupación de camas intensivas ha crecido y no permitirá que el sistema sanitario llegue a un colapso.
Hay que entender que estamos en una pandemia, que la única forma que conocemos para combatirla es aislarnos, existe cierto relajamiento social y no se miden las consecuencias, expresó Fernández, quien reiteró que la prioridad uno es cuidar la vida de los argentinos.
Abordado sobre la situación vivida ayer en el Congreso, donde diputados de la oposición exigieron sesionar de manera presencial, el gobernante lamentó que se tratara de impedir de cualquier modo la aprobación de una ley que beneficiaba al turismo.
Al respecto subrayó que hará todos sus esfuerzos para que la armonía y la convivencia democrática funcione. Pero ‘no me voy a callar ante las cosas que veo como que un expresidente desde Suiza celebre que la gente salga a las calles a contagiarse y los felicita por estar reclamando libertad’, apuntó en referencia directa a Mauricio Macri.
En otro momento de la entrevista, al ser interrogado sobre el proyecto de ley de reforma judicial que impulsa el oficialismo, Fernández ratificó que es una iniciativa que ordena el funcionamiento de la justicia federal, no se habla de la Corte, del Consejo de la magistratura, del ministerio público, ni juicio por jurado.
Por otra parte señaló que la grieta palpable que divide desde hace años a los argentinos no le viene bien a nadie y que lo que el país necesita es que nos pongamos un poco de acuerdo y trabajemos, remarcó.
