La Habana, 31 mar.— El ministro cubano de la Agricultura, Gustavo Rodríguez, aseguró que como parte de las nuevas medidas de enfrentamiento a la Covid-19, el país fomentará aún más la agricultura urbana, suburbana y familiar.
Dijo que también se promoverán los cultivos de ciclo corto, que generan producciones de alimentos muy rápidas, por lo que a estas dos prioridades estarán dedicados el máximo de los recursos nacionales disponibles.
Al intervenir en el programa Mesa Redonda, de la Televisión cubana, el titular reconoció la necesidad de trabajar más para satisfacer las demandas de la población en medio de esta emergencia y el persistente bloqueo de Estados Unidos que obstaculiza la adquisición de insumos, materias primas y tecnología.
También el ministro de la Industria Alimentaria, Manuel Santiago Sobrino, coincidió ayer en que hay muchos productos que el país no puede garantizar por el recrudecimiento del bloqueo.
Rodríguez aseguró que pese a esas adversidades, el país cuenta con más de 30 años de experiencia en la agricultura urbana, suburbana y familiar, así como las políticas agrarias en beneficio de los productores y las empresas.
Afirmó que ante la amenaza de la pandemia que azota hoy a 174 países, se priorizan en la isla los cultivos decisivos en el autoabastecimiento tales como arroz, frijoles, maíz, papa y viandas, así como la producción de huevos y carne de cerdo.
Las inversiones en el sector crecieron en un 12 por ciento y está vigente una estrategia para cambiar la mentalidad importadora de alimentos, explicó.
Manuel Santiago Sobrino, por su parte, afirmó que la industria alimentaria cubana está en condiciones de cumplir sus compromisos y garantizar la calidad e inocuidad de sus producciones.
No existen afectaciones en los más de 700 establecimientos dedicados a la elaboración de alimentos, y hay disposición de sus trabajadores de garantizar ese importante rubro a la población, señaló.
Desde la pasada semana, el país implementa nuevas medidas en el reordenamiento de inversiones, comercio interior y producción alimentaria, como parte del plan económico para el enfrentamiento al coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
