Santiago de Cuba, 14 dic.— Para nadie es un secreto que cada día crece el número de seguidores de la inseminación artificial en el territorio santiaguero. Las ventajas son incuestionables, toda vez que se alcanza un alto nivel racial en los animales destinados a la producción de leche y carne.
Hoy en la provincia Santiago de Cuba hay registradas más de 53 mil hembras en la reproducción y de ellas un 27 por ciento está bajo de este sistema de gestación.
Precisamente este anuncio hecho público en el balance anual de la Unidad empresarial de Base (UEB) Inseminación Artificial de Santiago de Cuba, propició que médicos y técnicos veterinarios dedicados a la reproducción debatieran las causas que pudieran frenar esta importante actividad.
Así lo destacaba el director de la UEB Máster Pablo Ge, para significar seguidamente que la capacitación del personal es decisiva a la hora de recoger los frutos.
Como parte de los esfuerzos que se hacen en esta dirección, el territorio logró 22 773 nacimientos para un sobrecumplimiento de un 104 por ciento.
Es bueno señalar que los santiagueros luchan por salvar las hembras, combaten la brucelosis, elevan la natalidad y se proponen inseminar un mayor número de reproductoras, de acuerdo a los propósitos que se han fijado en la campaña 2018–2019.
En la reunión, se coincidió que junto a ese empeño se debe llevar de las manos la capacitación y sumar más seguidores con la finalidad de garantizar ejemplares que puedan dar el salto productivo tanto en leche como en carne.
Los esfuerzos individuales y colectivos que más sobresalieron en el año que está a punto de finalizar fueron reconocidos, al tiempo que se llegó al consenso de generalizar las mejores experiencias en las diferentes estructuras productivas existentes en el territorio.
