Santiago de Cuba, 4 nov.— Es vital que toda niña, adolescente o mujer se mantenga al tanto y no deje pasar ninguna manifestación de violencia hacia su persona, independientemente del medio en que esta suceda: la casa, el trabajo o medio social.
«La violencia contra las mujeres designa todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que causa o es susceptible de causar a las mujeres daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, e incluye las amenazas de tales actos y la restricción o privación arbitraria de la libertad, tanto en la vida pública como privada», según la Declaración de la O.N.U. sobre la eliminación de la violencia contra las mujeres, Noviembre de 1993.
Este es un flagelo que afecta en gran medida a la humanidad y a veces pasa sin que las afectadas se decidan a aceptarlo y acudir a las instituciones creadas para brindar ayuda en este sentido.
Las manifestaciones machistas resultado de la sociedad patriarcal en la que se ha asentado por años la sociedad, pululan a nuestro alrededor y no siempre son combatidas debidamente. Es decir que tienen un origen y motivación sociocultural, pues se asientan en la “estructura social y en el conjunto de valores, tradiciones, creencias y costumbres que favorecen y mantienen la desigualdad entre hombres y mujeres.”
Esta no escapa a ningún ámbito de la vida social y generalmente no tienen que ver con la formación educacional del individuo sino con su formación general.
Entre las características que distinguen la violencia de género de otros tipos de violencia están el hecho de que “La víctima sufre el abuso y la violencia por parte de una persona de la cual espera recibir respeto, amor y apoyo.”
Esta es una realidad que muchas veces desconcierta y a veces causa rechazo hacia la víctima pues no se comprende cómo ella lo soporta y en ocasiones hasta lo justifica.
La violencia de género causa “graves daños en todas las áreas de la persona: social, comportamental, afectivo-relacional, salud física y mental, sexual, laboral e intelectual”. Es un fenómeno a tener en cuanta cada vez más pues no solo causa daños a la víctima que la padece, sino también a la familia y a la sociedad en su conjunto.
•Fuente “La violencia basada en el género, una violencia diferente”. Juan Ignacio Paz Rodríguez
