domingo 07 septiembre 2025

El juego sucio de la política contra el espíritu del béisbol

Una vez más, la sombra de la política intenta apagar la luz del deporte. Mientras el mundo del béisbol se prepara para la fiesta del VI Clásico Mundial, a Cuba, una potencia histórica y cantera inagotable de talento, se le cierran las puertas de forma arbitraria y discriminatoria. La nota de protesta de la Federación Cubana de Béisbol y Softbol (FCBS) no es una queja, es un reclamo legítimo de atletas a quienes se les quiere negar un derecho ganado con creces en el diamante.

Los hechos son claros y contundentes. Los organizadores del Clásico, las Grandes Ligas (MLB), han admitido la falta de una autorización del gobierno de Estados Unidos para la participación de la isla. Este no es un asunto de logística o de mérito deportivo; es la aplicación deliberada de una política hostil que utiliza el deporte como moneda de cambio. Mientras otros equipos entregan sus nóminas preliminares, a Cuba se la mantiene en un limbo, saboteando su preparación técnica con una «dilación injustificada» que solo busca minar su competitividad.

Hablar de béisbol es hablar de Cuba. Su historia está tejida con hazañas olímpicas, coronas mundiales y leyendas que han enamorado a fanáticos en todos los rincones del planeta. Los peloteros cubanos no piden favores; exigen el derecho a competir en igualdad de condiciones, un derecho que han sudado en cada entrenamiento y demostrado en cada juego internacional. Excluirlos no es solo una injusticia contra una nación; es un robo al espíritu mismo del clásico, que se precia de reunir a los mejores del mundo sin distinciones.

Este tratamiento desigual mancha la neutralidad que debe regir cualquier evento deportivo internacional. Es un acto de cobardía que esconde detrás de trámites burocráticos lo que no puede justificar con razones deportivas. El talento, la pasión y la garra del béisbol cubano son indomables. No se doblegarán por exclusiones ni maniobras políticas.

El mundo del deporte debe alzar la voz. El fair play y la equidad están siendo pateadas. Cuba no solo merece estar en el Clásico Mundial; el Clásico Mundial necesita a Cuba. Que el sonido de los bates y la emoción de los jonrones prevalezcan sobre el ruido sordo de la intolerancia. Nuestros peloteros, como su historia, se han ganado ese derecho.

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Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
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Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…