Por Yaimí Hernández Martínez/Estudiante de Periodismo
Con el firme propósito de sembrar conciencia ambiental desde la infancia, el proyecto ecológico Pro-Vida, el Parque Zoológico de Santiago de Cuba y el centro de capacitación turística Formatur unieron fuerzas en una jornada educativa inolvidable, colocando a los más pequeños como protagonistas absolutos.
Diseñado para fomentar el amor y el respeto por la naturaleza, este encuentro combinó aprendizaje y diversión, transmitiendo un mensaje urgente: la protección de nuestro planeta es tarea de todos.
Los niños exploraron y descubrieron a través de charlas educativas las propiedades y beneficios de las frutas locales, y vivieron encuentros cercanos con reptiles autóctonos, aprendiendo las particularidades de especies emblemáticas como el cocodrilo cubano. La alegría se multiplicó con los payasos, y en espacios dedicados a la expresión artística donde los participantes plasmaron con creatividad su visión y compromiso con el entorno natural.
La jornada culminó con la premiación de los concursos Todo Naturaleza y Proyecto Pro-Vida en ellos, se destacó la creatividad, y el compromiso ambiental demostrado por los pequeños participantes en sus obras.
Entre risas, colores verdes y manos pequeñas llenas de entusiasmo por moldear un futuro mejor, esta iniciativa trascendió lo educativo. Fue, en esencia, un pacto de amor y cuidado con nuestra Tierra, firmado por las nuevas generaciones.