Ubicada a unos 114 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba, en el montañoso municipio de Tercer Frente, se levanta la Finca Integral “El Turquino”, un proyecto agrícola perteneciente a la jefatura territorial del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT). Desde su creación el 13 de agosto de 2023, esta entidad ha demostrado el impacto del esfuerzo y el compromiso de una veintena de trabajadores.

El terreno donde hoy florecen cultivos era, hace menos de dos años, un área infestada de marabú. La tarea de desbrozarlo fue asumida por un grupo de 20 jóvenes soldados y su jefe de finca, quienes con comenzaron a talar los arbustos y aprovecharon esa biomasa para producir carbón vegetal. Esta iniciativa permitió la limpieza del terreno y generó un importante recurso energético y económico.

«Nos dedicamos a la producción de diversas variedades de plátano: plátano fruta, plátano burro, plátano macho y plátano hawaiano, aprovechando técnicas innovadoras en casas de tapado y naves térmicas para la multiplicación de semillas. Estas tecnologías permiten obtener en menor tiempo un gran número de posturas a partir de un solo colmo sembrado en aserrín con riego controlado», explicó el teniente coronel Yomedys Mulén Almenares segundo jefe de la jefatura territorial del EJT.

Actualmente, “El Turquino” cuenta con nueve hectáreas cultivadas y cinco más en fase de limpieza, que contituyen fuente de carbón vegetal mientras se alistan para nuevos cultivos.
Además, se cultivan frutas, y se ha implementado un módulo pecuario que fortalece la autosuficiencia alimentaria de los trabajadores. En este espacio se crían cerdos de capa oscura y aves de corral, destinando su producción al consumo de quienes integran la unidad.

En solo un año y nueve meses, la finca ha cosechado 80 toneladas de plátano, 94 toneladas de carbón vegetal y 100 toneladas de calabaza, cifras que dan cuenta de la capacidad de trabajo y la consagración de los jóvenes involucrados.
“El secreto ha estado en la entrega de estos soldados. La disciplina, el amor al trabajo y el espíritu de superación con que asumen cada tarea. Lo que hemos logrado es fruto del compromiso de todos”, aseguró Odelvis Martinez Gutiérrez, jefe de la finca integral “El Turquino”.

A decir de Mulén Almenares, esta entidad es una muestra de cuánto puede lograrse cuando la juventud tiene oportunidades para crecer, servir y aprender.
«Aquí no solo se produce alimento, también se consolidan valores como el patriotismo la responsabilidad, la camaradería y la laboriosidad», apuntó.
Mientras daba alimentos a los cerdos, el joven soldado, Luis Ángel Labrada Castillo, resume la vivencia: “Aquí uno aprende muchas cosas para la vida, el trabajo en el campo, y uno se transforma por la disciplina y el orden que debemos mantener en todo momento. Aprendemos a cumplir horarios y tareas. El trabajo es duro pero se hace y es una gran satisfacción ver el resultado de lo que hacemos».
Los planes para “El Turquino” no se detienen. Se trabaja en mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y expandir las áreas cultivables. Esta finca integral no solo ha generado alimentos y recursos para la economía local, sino que se ha convertido en un ejemplo de lo que puede lograrse con voluntad, organización y sentido del deber.
Así, en medio de las montañas de Tercer Frente crece una finca que también es una escuela de vida para jóvenes santiagueros que desde el surco defienden su país, dispuestos a construir el futuro con sus propias manos.