Todavía siento la emoción de recibir mi primera pañoleta, mis padres estaban presentes y a mí me faltaba hasta un diente. Miraba a mi alrededor y unos con sonrisa radiante, otros con la seriedad y el empaque de quien ya se cree grande, pero todos muy felices.
Esa es la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), ahí fue donde sostuve mis primeros pasos, donde bailé mi primera danza, y donde conocí a esos amigos que me hicieron reír.
Entre sus objetivos primordiales han estado promover el amor por el saber y fomentar valores éticos, raigales y patrióticos, entre niños y adolescentes, representados por una entidad inclusiva, alegre y en pro de la equidad que no distingue color de la piel, lugar de residencia u origen familiar
Es fundamental en la formación de las nuevas generaciones.
Juega un papel crucial en la transmisión de valores, la promoción de la identidad nacional y la participación activa de los niños y jóvenes en la vida social y política del país. Esta ha evolucionado a lo largo de las décadas adaptándose a los cambios sociales y a las nuevas necesidades educativas.
La OPJM, entonces, es parte de un sistema formador integral que revela cuánta importancia reviste el trabajo dedicado a quienes son la esperanza del mundo, como dijera José Martí, cuyo nombre orgullosamente enarbolan los pequeños desde los primeros grados.
Y así recibí con orgullo mi primera pañoleta, que significó el inicio de mi vida estudiantil.
