Autor: Yosel E. Martínez Castellanos
El levantamiento de pesas cubano sigue mostrando señales positivas, y una prueba de ello la patentizó la guantanamera Yeniuska Mirabal, quien se llevó un trío de medallas de oro en la división de los 71 kilogramos, en la Copa del Lejano Oriente, la cual se desarrolla en la remota ciudad rusa de Yuzhno-Sajalinsk.
Mirabal hizo una gran competencia, y pudo sostener 105 kilogramos en el arranque, y 131 en el envión, para un total de 236 kg.
En la última jornada estaba programado que participaran los otros dos cubanos inscritos, el cienfueguero Olfides Sáez, en la categoría de los 89 kg, y el guantanamero Ariolvis Begué, en 96 kg.
De ellos, Sáez tiene las mejores posibilidades de llegar al podio de premiaciones, tomando como argumento que se trata de un pesista con sobrada experiencia internacional y que puede acercarse a sus mejores marcas personales.
Lograr la participación de nuestros halteristas en este tipo de eventos internacionales es el camino correcto para recuperar posiciones cimeras en futuros eventos multideportivos.
El próximo paso de las pesas cubanas acontecerá en el Campeonato Mundial de Manama, en Bahréin, previsto para comenzar esta semana, y hasta el 15 de diciembre.
La Mayor de las Antillas tendrá una pequeña participación en la lid. Sus dos mejores exponentes, en uno y otro sexo, tomarán parte en la justa planetaria.
El titular de los Juegos Panamericanos Santiago-2023, el pinareño Arley Calderón (61 kg) y la campeona mundial juvenil de 2024, la cienfueguera Marifélix Sarría (+87 kg), están llamados a realizar una buena actuación en Manama, en particular la juvenil Sarría, quien ha mostrado un progreso sostenido en el último año, y quien está en condiciones para ser protagonista en el nuevo ciclo olímpico de Los Ángeles-2028.