Cuando a la comprensión clara de los procesos le acompaña la voluntad, el sentido de pertenencia y la responsabilidad social, en razón de un aporte necesario por el bien de los demás, se aseguran los más preciados empeños de avanzar. Así se constata en la Sociedad Mercantil Pescabella (Mediana empresa).
Esta nueva forma de gestión económica no estatal, que se identifica a través de la pescadería Dos Peces, en la calle Heredia entre Gallo y Padre Pico, en Santiago de Cuba, se ha ganado el reconocimiento de la población, no solo por su oferta de calidad y precios asequibles, sino, además, por sus valiosos donativos a instituciones sociales.
“Somos de las Mipymes que quiere el país, porque producimos y comercializamos riquezas para contribuir a las necesidades actuales”, fueron las primeras palabras de Daniel Abella Serret, administrador de la unidad, en reciente visita al referido establecimiento.
Abella Serret explicó que se trata de una empresa familiar, asentada en Niquero, Cabo Cruz, donde pescadores contratados se encargan de la captura de más de quince especies, entre las cuales están Sierra, Pargo, Mero, Rabirrubia, Cherna, Chapaos, Cojinúa y otras muchas. Todas se expenden, de manera regular, en dependencia de su existencia.
“En realidad nos anima contribuir a satisfacer necesidades… queremos formar parte de la solución de los problemas relacionados con la alimentación. Por eso también, con gran satisfacción, hemos hecho varios donativos: a la Casa de Niños sin amparo filial, a un comedor del Sistema de Atención a la Familia, y actualmente estamos haciendo un levantamiento de personas vulnerables en el entorno de la pescadería.
“Hemos considerado tres formas de entrega: llevar el pescado al domicilio, venderlo al costo y subvencionar a los casos más vulnerables. Lo importante es producir riquezas no como simples vías lucrativas, sino para responder a los propósitos del país en momentos tan complejos. Si las Mipymes que se dedican a la producción de alimentos se insertaran con una mirada acentuada en ayudar más, los resultados serían superiores”
La pescadería Dos peces se caracteriza por su higiene y la laboriosidad y buen trato de sus quince trabajadores, quienes tal y como reza su política de calidad se empeñan en satisfacer las demandas de los clientes con eficacia e inocuidad de los productos.
La Empresa Familiar Pescabella fue idea de Pedro Ervin Abella Serret, uno de los hermanos, quien funge como presidente y socio único; todos forman parte de los hijos dignos de la nación, de esos muchos que, cada mañana, se levantan con el pie en el estribo para seguir venciendo obstáculos y hacer camino al andar. La Mediana Empresa de los Abella Serret es fiel estampa de lo que recaban estos tiempos.