Lo visité con la intención de saludarlo y entrevistarlo después de mucho tiempo sin tener noticias suyas. Me impactó verlo en esa condición, incapaz de caminar por sí solo y con una voz apenas comprensible, sin embargo, me recibió con una amplia sonrisa y un rostro que irradia mucho optimismo.
Lamentablemente, no pude grabar nuestra conversación, pero compartimos un delicioso café mientras hablábamos sobre su enfermedad y el proceso de recuperación; también conversamos de su destacada trayectoria como diseñador gráfico y creador de animados muy queridos por los santiagueros y que han trascendido nuestras fronteras.
Isauro Antonio Salas Alfonso reside en la Calle K del Reparto Sueño en la ciudad de Santiago de Cuba, pero nació en Constancia, una zona cañera cercana al central Baltony, en el municipio de Songo-La Maya. Quizás sea de ahí que provenga su extrema voluntad de crear y hacer cosas, de nunca conformarse con lo que ha logrado, a pesar de su estado transitorio de salud.
Este hombre es perseverante y mantiene como una de sus principales preocupaciones la necesidad de terminar dos libros de historietas que tiene bastante avanzados y una serie de documentales que comenzó a coproducir con su hijo y un hermano. Aunque la parálisis afectó su lado derecho, actualmente está aprendiendo a usar la computadora con la mano izquierda, mientras se aferra a la convicción de que se recuperará totalmente.
Isauro fue un destacado creador en los antiguos estudios fílmicos de Tele Rebelde, en la Asociación de Comunicadores y en la Unión Nacional de Escritores y Artistas. Ha recibido numerosos reconocimientos por su trabajo, pero la creación más querida y disfrutada por él y la gente es Chaguito, la mascota de Santiago de Cuba que, desde su creación en el año 2009, se ha convertido en parte integral de la cultura popular santiaguera.
Es afirmativo: cuando preguntas por el nombre de Isauro, muy pocos saben a quién estamos refiriendo, sin embargo, cuando preguntas por «el creador de Chaguito», desaparecen todas las dudas, y la mayoría de las personas, aunque no lo hayan visto nunca, enseguida lo identifican.
Este humilde hombre, además de ser un creador artístico, trabajó como constructor en una microbrigada durante varios años y llevó su arte y su espíritu internacionalista a la República Popular de Angola.