El Santuario de Nuestra Señora de la Virgen de la Caridad del Cobre cumple hoy 96 años de inaugurado con su altar de plata maciza y muchos objetos de gran valor que le dan todo un encanto mágico-religioso, principalmente, hacia el Camarín de la Virgen: la Capilla de los Milagros, donde se depositan las ofrendas.
Hoy, es un día cumbre en el culto a la Virgen de la Caridad del Cobre, jornada de peregrinos y depósitos de joyas de oro, piedras preciosas, medallas, collares, muletas, una prenda de vestir y hasta una foto, ya sea por una promesa o la propia fe en la Patrona Cachita, como los cubanos la nombran hace más de medio siglo.
Todavía están muy frescos los recuerdos de la visita de los tres últimos Papas: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, hasta lo más alto del Cerro de Maboa, a 27 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba. Desde el Puerto de Moya se veía llegar la caravana escoltando al papamóvil y majestuoso se divisó el santuario con sus campanarios, la fachada simétrica, su cúpula trasera y la escalinata.
Este lugar respira hoy aire puro, ya no funciona la mina de EL Cobre, el valle es todo un encanto, un paisaje natural protegido y visitado no sólo por el medio millar de fieles cada día, porque a menudo llegan muchos curiosos desde diferentes partes de Cuba y del mundo para conocer El Santuario de Nuestra Señora de la Virgen de la Caridad del Cobre, en tonos ocre y blanco. El altar de mármol y plata maciza.
La historia corre vía oral, de boca en boca, desde que en 1613 “dos hermanos descendientes de indígenas, Juan y Rodrigo de Hoyos, y un negrito de nueve o 10 años, llamado Juan Moreno, buscaban sal en la bahía oriental de Nipe y divisaron la imagen, flotando en el mar. Ellos llevaron su tesoro al poblado Real de Minas, próximo a la villa de Santiago de Cuba, donde existía una enorme veta de cobre a cielo abierto. Por este hecho pasaron a la historia como Los tres Juanes.”
Los lugareños acuñaron el hecho como un “milagro”, por eso, La Virgen fue trasladada hasta el hato de Barajagua donde permaneció desde 1630 hasta 1633; luego en 1635 fue llevada a la villa de Santiago del Prado, le construyeron una ermita, el primer santuario se desplomó en 1906 por las ondas expansivas de las explosiones y excavaciones en las minas de cobre, entonces, los veteranos de la guerra de independencia escribieron al Papa Benedicto XV para que coronara a la Virgen de la Caridad como Patrona de Cuba. El 10 de mayo de 1916 llega la respuesta afirmativa desde el Vaticano.
Estamos ante la presencia de una joya arquitectónica, una edificación religiosa al estilo ecléctico, volumétrica y ubicación sin par, con fachada de tres arcos que se jerarquiza con la presencia de pilastras en acento en lo vertical, grandes ventanales a lo gótico y el rosetón señorea un acento decorativo al sencillo eclecticismo exterior de la edificación.
Adentro vitrales, columnas romanas, el techo bien empinado, las esculturas en los pasillos laterales, el piso pulido y todo un inmueble que acoge una impresionante acústica, pero Nuestra Señora de la Virgen de la Caridad del Cobre, en el centro empinado, magnífica, atrapada desde todos los ángulos, ¡cuál Santa María la Virgen, o la Virgen Mambisa, la patrona de los católicos cubanos!, quienes cada 8 de septiembre le rinden homenaje en este sitio o desde cualquier punto del planeta, ya sea como Ochún, la diosa del amor y del dinero, dueña de las aguas dulces y de los milagros.