Brasilia, 7 ago.— Representantes de movimientos sociales, del sector productivo, ambientalistas y pueblos originarios aguardan hoy con expectativa el comienzo mañana de la Cumbre de la Amazonia, en Belém, capital del norteño estado brasileño de Pará.
Convocada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, la cita busca que los países amazónicos (Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela) consoliden una posición unificada sobre la preservación del bioma para presentarla en la próxima cumbre mundial del clima (COP28), en noviembre venidero.
Además de los Estados amazónicos, se esperan representantes de Indonesia, Francia, Noruega y Alemania.
La cumbre, que se extenderá hasta el próximo miércoles, será el cuarto encuentro del grupo. Tales reuniones están previstas en el Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), firmado el 3 de julio de 1978.
De acuerdo con el Gobierno federal, uno de los objetivos del foro es fortalecer la OTCA, con su sede en Brasilia.
La intención es que la entidad tenga condiciones de apoyar a los países de la región en la realización de iniciativas y proyectos necesarios para el desarrollo sostenible de la zona.
Ministros de Exteriores y Medioambiente ultiman este lunes detalles de la llamada Declaración de Belém, que en un principio constará de unos 130 puntos e incluirá un plan para conservar el denominado pulmón del planeta.
La región tiene 6,3 millones de kilómetros cuadrados, abarcando la mayor cuenca hidrográfica del mundo, y alberga 10 por ciento de toda la biodiversidad del orbe. De ese patrimonio, cerca del 60 por ciento se encuentra en territorio brasileño.
Brasil elaboró un borrador de declaración, que fue sometido al escrutinio de varios órganos del Gobierno.
«A partir de ahí, pasamos (el documento) para los otros siete países (amazónicos) y la minuta fue supermodificada, porque ahora la minuta es de los ocho (países)», precisó la secretaria de América Latina y el Caribe, del Ministerio de Relaciones Exteriores, Gisela Padovan.
Según Lula, se pretende preparar, «por primera vez, un documento conjunto de todos los países que tienen bosques para que lleguemos unidos a la COP-28, en los Emiratos Árabes Unidos».
El anhelo es «tener una discusión seria con los países ricos, que desde 2009 prometieron liberar 100 mil millones de dólares para crear un fondo de ayuda al mantenimiento de la selva y la preservación de la diversidad. Si se ha dado, ha sido tan disperso porque nadie lo ha notado. Vamos a seguir cobrando», remarcó
