El concepto de la muerte como misterio y otra dimensión de la vida centró el taller de Arqueología de Festival del Caribe 2023 en Santiago de Cuba, con la participación de académicos y estudiantes universitarios sobre esta disciplina, estudios socio-culturales, psicología y antropología caribeña.
La apertura estuvo a cargo del Doctor Carlos Lloga Domínguez, coordinador general de estas sesiones de ponencias, debates y conferencias magistrales como la intervención especial de la Doctora mexicana Patricia Ledesma Bouchan “Sobre el concepto de la muerte en el México prehispánico y la Herencia Ancestral” que denota evidencias muy especiales.
Por ejemplo, que el enfoque de la muerte como tema recurrente y sostenido en los ancestros no fue exclusivo de México, porque la propia Cuba, en especial, Santiago, reserva muchos datos de la expresión popular, de lo místico y heroico ante el ocaso, como demostró en su conferencia el Máster en Arquitectura, Omar López, director de la Oficina de Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba.
La mayor parte de las sesiones fueron en la sede Mella de la Universidad de Oriente con la bienvenida del Doctor en Ciencias Rodolfo Menes González, Decano de la Facultad de Humanidades y las palabras de apertura de la Doctora Beatriz Dávila Abreu, coordinadora del taller en la alta casa de estudios de Santiago de Cuba.
Por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, República Dominicana, disertó el Doctor en Ciencias Roberto Valcárcel Rojas, sobre las Epidemias en el mundo colonial Caribeño, un punto reflexivo para dar paso a la Mesa e Trabajo sobre Arqueología Pre-colonial en Cuba y la región del Caribe.
Las evidencias arqueológicas implican los sitios matrices indocubanos en el municipio Puerto Padre de Holguín: los Marcadores músculo-esquelético de la actividad humana ancestral en Playa el Mango, en la vecina provincia de Granma; como demuestran los estudios conjuntos del instituto de Ecología y Sistemática, del Instituto Cubano de Antropología y de la Universidad de Winnipeg, de Canadá.
Una vez más, se supo la actualización de la selectividad del espacio funerario en cuevas, solapas y farallones en sitios del occidente cubano y sus correspondientes evidencias de comunidades arcaicas.
La Arqueología histórica en Cuba y el Caribe deviene en una disciplina que se hace más presente en los Medios de Comunicación, según corroboró la Mesa de Trabajo al respecto, y es que hoy mejoran las investigaciones científicas sobre el cimarronaje regional; la asimilación del enfoque de Fernando Ortiz sobre el indigenismo cubano; la presencia aborigen en San Antonio del Sur, la necesaria preservación del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ranchería “La Caridad de los Indios” en las montañas nacionales y cuánto aportó, se rescata, preserva y está al cuidado de los especialistas las ruinas en lo que fueron los cafetales franceses en Cuba, sobre todo, en el entorno de la Gran Piedra; su interpretación y divulgación, el aporte de la Cultura del Café y la presencia sueca en Bayate.
Son rutas arqueológicas que hoy motivan a la profundización científica y que de antemano focalizan el seguimiento de estos y otros debates de cómo el Caribe fue un epicentro de aborígenes masacrados por la violencia que trajo lo que se acuñó como “conquista”, pero sólo fue un encuentro de culturas en el cual la foránea saqueó y nunca asimiló la visión caribeña sobre la Vida y la Muerte.