El pitcheo, que había sido el renglón más fuerte del equipo cubano a lo largo del V Clásico Mundial de Béisbol, no aguantó esta vez el empuje de la artillería estadounidense que arremetió con fuerza frente a siete serpentineros que trataron inútilmente de refrenar al rival y acabaron sufriendo castigo de catorce imparables, entre ellos tres dobletes, un triple y tres cuadrangulares que configuraron el aplastante triunfo de 14 carreras por 2 que le puso término a la actuación cubana en el certamen y consagró al mismo tiempo el avance de los oponentes hacia la gran final.
El sostenido ataque no dio tregua a lo largo de todo el encuentro, pues Estados Unidos anotó en todos los capítulos, salvo en el séptimo y así acumuló la abrumadora ventaja que fue sacando de juego paulatinamente al elenco caribeño.
El abridor y perdedor Roenis Elías abandonó la lomita tras dos entradas con saldo de cuatro indiscutibles y tres carreras limpias y se inició entonces el desfile de apagafuegos sin que las llamas dejaran de propagarse. Miguel Romero (0.1, 2 jits, 2 carreras limpias), Carlos Viera (1.1, 1 jit, 2 limpias), Ronald Bolaños (0.1, 1 jit, 2 limpias), Elián Leyva (1.1, 3 jits, 3 limpias), Frank Álvarez (0.2, 2 jits, 1 limpia) y José Ramón Rodríguez (2.0, 1 jit, 1 limpia).
Mientras el picheo cubano era víctima de semejante arremetida su línea ofensiva, pese a conseguir una docena de imparables, apenas pudo anotar dos veces a cuentagotas. Primero en el mismo capítulo de apertura al ligar tres jits dentro del cuadro, dos de ellos por ineficiencia en fildeo del lanzador actuante (Adam Wainwrite) unido a un boleto a Despaigne que provocó carrera forzada y luego en el quinto episodio al combinar doblete de Moncada y sencillo impulsor de Andy Ibáñez.
Además de Wainwrite (ganador del choque) lanzaron por Estados Unidos Miles Mikolas y Aron Loup; los dos primeros se repartieron a partes iguales ocho capítulos en los que diseminaron once incogibles y el último consagró el triunfo al aportar la argolla final en el noveno con solamente un jit admitido.
Los protagonistas principales de la ofensiva ganadora fueron el torpedero Trea Turner (5-3, 2 cuadrangulares y 4 carreras remolcadas), el inicialista Paul Goldschmidt (5-2, 4 propulsadas) y el patrullero Cedric Mullins (1-1, cuadrangular, 1 impulsada).
Por Cuba lideró el ataque el santiaguero Yoelkis Guibert con saldo de 4-3.
Cuba dice adiós con un resultado en el choque semifinal nada gratificante pero en sentido general queda la recompensa de haber logrado avanzar por segunda vez a una semifinal en la historia de esta lid; si bien los tropiezos iniciales pusieron negros nubarrones en el horizonte del equipo la tropa caribeña supo reaccionar y lograr categóricos triunfos ante Panamá y Taipei de China que se articularon con los resultados de los demás equipos y de manera sorprendente le dieron la primera posición del Grupo A. Luego en cuartos de final doblegaron inobjetablemente a Australia y pudieron incluirse en esta semifinal de Miami que acaba de concluir.
La novedosa experiencia de sumar jugadores de otras ligas, incluyendo la MLB, dio sus frutos y es de esperar que en lo adelante este proceso se pueda perfeccionar aún más. Entre los convocados de la Gran Carpa dos figuras lograron las mayores contribuciones, fueron ellos Yoán Moncada, autor de 10 inatrapables en seis juegos disputados para dejar una línea ofensiva de .435/.519/739 con OPS de 1.258 así como el serpentinero Miguel Romero que terminó como líder en ponches con 13 a lo largo de 8.2 entrada y efectividad de 2.08.
