Santiago de Cuba.— La embajada de Japón y la Organización No Gubernamental (ONG) Camaquito firmaron aquí un convenio de colaboración mediante el cual proveerán a hospitales materno e infantil de necesarios medios tecnológicos para la atención médica.
Firmaron el documento, en la sede del gobierno provincial, Kenji Hirata, embajador del país asiático, y Mark Kuster, fundador y responsable de proyectos de la ONG en Cuba, quienes refrendaron así la entrega de gasómetros, dos incubadoras e igual número de ambulancias.
Kuster afirmó que ese nexo es un ejemplo de colaboración entre una nación desarrollada como Japón, una provincia de Cuba y una organización como Camaquito, enfilados hacia el bienestar y la salud de los niños, adolescentes y jóvenes, un valioso segmento de la población.
Agradeció la profesionalidad y la pasión con que trabajaron las personas de la legación nipona y de la dirección provincial del Ministerio de Salud Pública, en los preparativos para llegar a la concreción del acuerdo.
Por su parte, Hirata definió el proyecto de instalación de equipos para la atención de neonatos, como un soporte tecnológico de gran importancia para auxiliar al personal sanitario en el cuidado de esas criaturas más pequeñas en su llegada al mundo.
Ratificó la salud como un sector priorizado para la colaboración por parte de Japón, una nación amiga de Cuba que continuará mostrando sus gestos de amistad y solidaridad, en particular mediante Camaquito, a la cual agradeció su participación.
El director provincial del Minsap, doctor Julio Guerra, resaltó la coincidencia de esta oficialización del convenio con la celebración del Día Internacional de la Mujer, teniendo en cuenta que son ellas las protagonistas principales de los servicios de neonatología, en los cuales prevalecen en el país.
Dijo que hay una larga historia de solidaridad y cooperación entre Cuba y Japón, con lo cual se contribuye también a enfrentar la asfixia que implica el bloqueo de Estados Unidos, cuando se intenta adquirir determinados medios para la atención sanitaria y se dificulta aunque se disponga de los recursos financieros.
“Se trata del indicador de salud más valorado por la sociedad cubana”, enfatizó el directivo al referirse al programa materno-infantil, en el cual incidirá directamente el equipamiento aportado por Japón y Camaquito.
