No por llamarse Luis -que significa ilustre- ese artista santiaguero, apellidado Aragón Téllez, que moldea el barro y hasta sueña con sus obras, es ilustre; lo es porque su trabajo se inspira en la vida y, sobre todo, en la historia de Cuba contada por sus héroes y mártires.
No hace mucho en la Escuela Interarmas José Maceo Grajales, Orden Antonio Maceo, se develó un busto del León de Oriente creado por este joven que desde pequeño ha dedicado sus días -y noches- a dibujar, tallar y esculpir bajo el método de aprender haciendo, puesto que es autodidacta.
Al General Antonio Maceo, a Vilma Espín, a Celia Sánchez, y hasta a Albert Einstein y Charles Chaplin ha representado este hombre que como miembro de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) se sorprendió por la visita que a su taller realizó Sierra Maestra mientras detallaba en torno a un busto de Mario Muñoz Monroy, mártir del Moncada que da nombre al III Frente Oriental.
Antes, había donado al Hospital Militar Dr. Joaquín Castillo Duany, en ocasión de su aniversario 60, un busto del mambí y otro de Abel Santamaría Cuadrado a los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
Pero Luis, que lidera un grupo creativo compuesto por ocho colegas desde hace tres lustros, también hace obras útiles para la ornamentación de las viviendas, de manera especial para las cocinas, y las donaciones a centros de relevancia histórica y social como la Universidad de Oriente.
Nos cuenta que él también es “como el barro en las manos del alfarero, pues cada día aprendo algo nuevo y ayudo a todos los que a mí se acercan. Amo esta Isla, su historia y por ella estoy dispuesto a darlo todo. Soy feliz aquí.”
Escrito por Luis Alberto Portuondo Ortega