Santiago de Cuba, 1 dic.— Hoy primero de diciembre es el Día del Locutor cubano en homenaje a esos compañeros y compañeras cuyas voces nos llegan día a día a través de la radio y la televisión con la responsabilidad de informarnos, orientarnos, educarnos o entretenernos, llegando a ser parte de nuestras vidas, como el familiar más querido o como el amigo o la amiga con quien compartimos los momentos más íntimos.
Con toda justeza a ellos los llamamos “profesionales de la palabra”, porque en gran medida con sus voces y cada cual con su característica, contribuye a influir en nuestro ánimo, como el médico con el enfermo, como el padre con los hijos o como el maestro que moldea el futuro de un niño o niña para convertirlo en un hombre o mujer de bien.
El Día del Locutor se instituyó en Cuba a partir de 1954, escogiéndose la fecha del primero de diciembre para celebrarlo en homenaje a Jorge Luis García Nieto, quien se inició en la radio con sólo 12 años de edad y murió prematuramente en 1953, tras laborar en las Emisoras CMJP de Morón y en las capitalinas COCO y RHC Cadena Azul.
Cuba ha sido pródiga en locutores de alta calidad como Germán Pinelli, reconocido como el mejor de habla hispana o como Consuelito Vidal, la carismática locutora de la televisión, por solo mencionar dos nombres que simbolizan en sí, a los miles y miles de profesionales de la palabra desde que se inició la radio en agosto de 1922 y la televisión a principios de la década del 50 han pasado o laboran en esos medios enalteciendo no solo ese oficio, sino también la cultura nacional de la que forman parte.
Debemos reconocer también que todo el territorio oriental y particularmente Santiago de Cuba, ha sido siempre cuna de grandes locutores que por sus magníficas cualidades artístico-profesionales inscriben sus nombres entre los grandes de nuestra nación y en ese sentido, han llenado de gloria el terruño donde nacieron y pronunciaron sus primeras palabras y después hicieron de ellas su oficio. La locución es sin dudas una profesión hermosa y quienes la ejercen al pronunciar cada día palabras y más palabras, son capaces de llegar a los lugares más insospechados de la geografía y de otras del mundo para llevar sus mensajes de esperanza a millones de personas que creen y confían en ellos y por eso merecen respeto.
Con esta crónica, espero haber recogido el sentir de nuestro pueblo de rendir homenaje hoy primero de diciembre a todos los locutores cubanos y en particular, a los de Santiago de Cuba, con la certeza de que ellos son comunicadores por excelencia. A todos, pues, ¡Felicidades en su Día!
