“Las medidas de represalia son posibles, pero se utilizarán, en mi profunda convicción, únicamente si los estadounidenses comienzan a cruzar las líneas rojas”, declaró el senador ruso al canal de televisión Rusia 24.
Aclaró que eso pudiera suceder si las fuerzas de ese país “provocan” a la Marina rusa en la región, penetrando en las aguas territoriales.
Kosachev señaló que la operación conjunta en la que participa el destructor Porter de la Armada de Estados Unidos, con fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el mar Negro, es una provocación que debe considerarse en el contexto de lo que ocurre en el sudeste de Ucrania.
“Esto sucede ahora con la participación de los mismos buques de guerra, cuando la situación en el sudeste de Ucrania, en Donbass, se calienta, debido a que la parte ucraniana está preparando una operación militar de combate”, subrayó.
Según el legislador ruso, a Washington le interesan las acciones de respuesta de Rusia, ya que ayudarán a los estadounidenses a justificar su apoyo militar a Ucrania y el aumento de su presencia militar en la región.
“Siempre debemos calcular de forma cuidadosa cada paso que damos, no ceder a las emociones, conocer todo el cinismo de lo que hacen los estadounidenses y, sin caer en provocaciones, estar preparados para cualquier escenario, incluido el peor”, apuntó.
La víspera, el presidente ruso, Vladimir Putin, indicó que las autoridades del país están claras de que existen ciertas amenazas para la seguridad de la nación y están preparadas para responder de manera adecuada.
Durante una reunión en Sochi con jefes del Ministerio ruso de Defensa y fabricantes de armamento, el mandatario advirtió que algunos países no renuncian a los intentos de romper la paridad estratégica; “en particular, desplegando elementos de defensa global antimisiles en las proximidades de nuestras fronteras”.
Putin enfatizó que Moscú no puede ignorar tales amenazas, por lo que responderá de acuerdo a la situación.