Santiago de Cuba, 23 oct.— Vivimos un nuevo contexto al que también nos ha llevado la pandemia de la Covid 19. Santiago de Cuba abre calles, establecimientos, playas… Alegría para todo el que se ha quejado del confinamiento que parecía ser infinito.
La apertura debe ser por tanto mucho más amplia para las mentes de todos los santiagueros.
El nasobuco y el distanciamiento físico deberán formar parte de nuestras rutinas diarias, porque la vacunación masiva necesita su tiempo para poder contribuir con la inmunidad de rebaño, momento anhelado por todos.
Esos memes y post que circulan por las redes sociales en Internet, que de una forma graciosa exponen a esta altura de siglo la necesidad de aprender a lavarnos bien las manos, más que de seguir explorando el cosmos, son de las cosas certeras en esos repositorios virtuales, a las que hacerles caso en tiempos de pandemia.
El cuidado a personas vulnerables mantiene su prioridad para las familias, la higiene es vital, y sobre todo no exponerlos en las colas. Incluso los paseos deben continuar restringidos y extremando las medidas de bioseguridad.
Esta es la nueva normalidad, el mundo cambió por un pequeño virus que se ha llevado la vida de más de 8000 cubanos, esto indica que la máxima responsabilidad para evitar el contagio se halla en la responsabilidad individual, en entender que las nuevas prácticas han de ser duraderas por la salud de todos.