San Luis, Santiago de Cuba, 16 ago.— Las mujeres campesinas han escrito hermosas páginas de gloria en la historia de nuestra patria, llenas de heroísmo y valentía. Ellas viven consagradas a la producción de alimentos como abnegadas cooperativistas o junto al campesino en cada finca de este suroriental territorio de Cuba.
Aquí más de 900 mujeres laboran en las 36 Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) y de Créditos y Servicios, mientras cinco son presidentas en las bases productivas y la mayoría son representantes de las organizaciones de base de la Asociación nacional de Agricultores Pequeños (ANAP). Paralelo a ello, no pocas féminas se integran a brigadas recolectoras de café y de macheteros.
La activa participación de la mujer en la producción de alimentos en zonas rurales es una de las fortalezas que posee hoy la economía cubana para emprender su recuperación. Aunque se ha avanzado en su inserción en el sector cooperativo y campesino, la fuerza femenina necesaria en los campos resulta todavía, insuficiente, de ahí la importancia de encaminar los rumbos de la orientación profesional en secundarias básicas y preuniversitarios, con el propósito de incorporar un mayor número de mujeres a las tareas agrícolas. (Yaniuska Pérez Verdecia)