Cuando la marina yanqui bombardeó Santiago de Cuba

Más allá de las anécdotas, aquel bombardeo naval a los dominios santiagueros no fue un acontecimiento aislado, ocurrido hace 123 años, sino que resulta real evidencia de una de las primeras acciones que abrieron el país a la intervención yanqui,y conllevó a la frustración del ideal martiano de lograr la independencia con la guerra de 1895-1898.

Por Jorge Wejebe Cobo/ ACN

La flota estadounidense en mayo de 1898 organizó el bloqueo naval a la Isla, principalmente a la bahía de Santiago de Cuba, zona escogida para el desembarco de sus tropas en playas cercanas a esa ciudad, con el fin de iniciar la intervención imperialista con el propósito de impedir la victoria de los independentistas cubanos cuando la derrota de la metrópoli era cuestión de tiempo en la contienda concebida por José Martí e iniciada el 24 de febrero de 1895.

El Alto Mando había desestimado tomar La Habana ya que el litoral hacia el norte era defendido por poderosas baterías de costa, y un desembarco a los flancos al oeste o el este resultaba muy riesgoso, debido a que España podía enviar miles de hombres en un campo de batalla controlado por los defensores y donde, además, no operaban grandes fuerzas mambisas que apoyaran el desembarco.

La flota española del Almirante Cervera en el puerto santiaguero se encontraba bloqueada, lo cual fue un factor importante para decidir la incursión por la región, pero lo que resultó decisivo para la operación fue la presencia de las principales fuerzas del Ejército Libertador, favorecidas por las estribaciones montañosas desde donde dominaban la urbe y su guarnición de lo que sería de vital importancia en el apoyo al desembarco, como realmente sucedió.

Todas esas ventajas hicieron que los capitanes desde los puentes de mando de los modernos acorazados estadounidenses se sintieran invulnerables, con sus cañones de más de 200 milímetros, y no tardaron en romper el fuego ante lo cual nada podían hacer las vetustas baterías del Morro de Santiago y sus alrededores, que solo contaban con piezas de bronce de siglos anteriores, más propias de un museo que de permanecer en servicio activo.

Así, al parecer el 31 de mayo de 1898, la flota norteña tomó como primer blanco hacia el interior de la dársena santiaguera al buque español Cristóbal Colón, sin acertarle e ir a explotar los proyectiles en objetivos civiles con gran ruido y conmoción para la ciudad, que no era atacada vía marítima desde la época de los corsarios y piratas, por lo que muchos habitantes trataron de salir del alcance del ataque a como diera lugar.

Para entonces, había gran interés por los servicios de inteligencia del mundo de conocer el desempeño de la recién estrenada marina de EE.UU. y enviaron observadores a Cuba, entre ellos un representante del zar ruso ante el Estado Mayor peninsular, del que solo se conoce su seudónimo “Ermalov”, tal como firmó en su informe al emperador del Kremlin sobre lo que vio, hecho público en 1899 por la corte rusa, y calificaba el poco acierto de los artilleros estadounidenses.

Precisa que cerca de Matanzas, al igual que se hizo contra las baterías en Cabañas y en Cienfuegos. (…)Todos estos cañones pusieron en claro que la artillería naval es inútil e impotente para silenciar la artillería costera “ y que “durante el mes de mayo del propio 1898 las fuerzas navales estadounidenses bombardearon las posiciones peninsulares de Santiago de Cuba tratando de silenciar presuntos emplazamientos españoles, sobre todo a partir del día 25, pero sin mayores resultados militares y solo logrando sembrar el temor entre la población civil”.

Evidencias de esos bombardeos navales llegaron hasta nuestros días al encontrarse en las costas santiagueras granadas sin explotar e, inclusive, muy cerca del centenario de los combates de Santiago de Cuba en 1998, un proyectil entró en los molinos de la fábrica de cemento José Mercerón, procedente de una cantera de piedra caliza situada en la bahía de la ciudad oriental, y detonó aunque los muros de la instalación impidieron víctimas humanas, pero se reportaron daños materiales de consideración.

Más allá de las anécdotas, aquel bombardeo naval a los dominios santiagueros no fue un acontecimiento aislado, ocurrido hace 123 años, sino que resulta real evidencia de una de las primeras acciones que abrieron el país a la intervención yanqui,y conllevó a la frustración del ideal martiano de lograr la independencia con la guerra de 1895-1898.

 

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"No hay obra perfecta si en ella no está la presencia de la mujer", y en Santiago de Cuba, esa…
Tanta entrega de una juventud revolucionaria, dificilmente será olvidada. ¡Gloria eterna a los héroes y mártires del 30 de noviembre!.…
Somos herederos de esa tradicion de lucha y de los ideales por los que cayeron combatiendo Otto Parellada, Tony Alomá…
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