En Gambia, un pediatra cubano cuida de los niños

Santiago de Cuba, 2 jun.— Rainer Paulino Basulto, especialista de Segundo Grado en Pediatría, cuida la salud de los niños en Gambia, pequeña nación de África hasta donde llega la solidaridad de Cuba.

Por segunda ocasión en ese país, Paulino Basulto combina la asistencia médica en el hospital estatal de Banjul con la docencia, pues contribuye a la formación de profesionales gambianos mediante sus programas de estudios y los enriquece con la experiencia cubana.

El galeno dijo a la Agencia Cubana de Noticias que la colaboración en materia de salud se extiende a todo el territorio, participan en los pases de visita y la evaluación de cada paciente, casi siempre acompañados de estudiantes de Medicina y Enfermería, quienes ven en los profesionales de la Isla el mejor modelo a seguir.

Vía WhatsApp explica que establecieron una Red Pediátrica de Atención online con el propósito de discutir los casos distantes de la capital y asegurar los cuidados de los infantes en el lugar donde se encuentren.

A Banjul, separada del resto del país por el río Gambia, se accede por un ferry cuyo último viaje es a las 18:00 horas, por lo que todas las urgencias luego de ese horario quedan para la jornada siguiente, pero el intercambio a través de la red propicia mantener la estabilidad de los niños críticos.

Paulino Basulto vela por el cumplimiento de los esquemas de vacunación desde el nacimiento, conoce bien de su efectividad contra enfermedades infecciosas y mortales, y con ese fin educa a los padres gambianos.

En la promoción de salud concentra sus esfuerzos diarios y habla de lactancia materna, nutrición, higiene de los pequeños y prevención de accidentes en el hogar, con la ayuda de traductores dada la multiplicidad de dialectos en esa nación africana.

Él y sus compañeros descansan poco, lo admite, pero los resultados le satisfacen: Gambia muestra hoy una tasa de mortalidad infantil de 20 por cada mil nacidos vivos, en contraste con la de hace 30 años, de 75 fallecidos.

Gracias al trabajo mancomunado entre cubanos y gambianos disminuye la mortalidad por enfermedades infecciosas como neumonía y meningitis bacterianas, malnutrición, tuberculosis y el SIDA, con severas formas de transmisión vertical de madres a hijos, subraya.

Al doctor Paulino, como le llaman sus estudiantes, le gusta el magisterio y por eso comparte sus conocimientos sobre cómo enfrentar desde la prevención algunos padecimientos que afectan a familias completas e impactan en la sociedad y economía de aquel país.

Su dedicación, pese a la lejanía de su único hijo, ratifica el compromiso con la vida de sus pacientes y familiares, quienes le reconocen en la calle y unas veces le gritan tuban, tuban, que significa “hombre blanco” y otras: gracias Fidel.

Y sí, él todos los días actúa en consecuencia con los principios de solidaridad e internacionalismo inculcados por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y que constituyen la base de la política exterior cubana.

Por eso define a África como su segunda madre y se enorgullece de ser un pediatra cubano que cuida de los niños en Gambia. (Beatriz Vaillant Rodríguez)

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