La Habana, 15 jun.— El maestro Enrique Alberto Bonne Castillo (1926) conocido en el mundo de la música cubana como Enrique Bonne, el creador del llamado ritmo pilón que popularizara Pacho Alonso en la década de los 60 del pasado siglo, arriba hoy a sus 94 años de vida.
La creación de esta modalidad de la música bailable cubana, para la cual se inspiró en la manera en que se despulpa el café en un tronco ahuecado llamado pilón, ha sido sin dudas el mayor logro de su extensa y fructífera carrera como compositor y director de orquesta.
Sin embargo, muchos atribuyen la autoría del ritmo a Pacho Alonso, pues aunque en 1964 Bonne grabara el primer pilón Baila José Ramón, después del cual llegaran A cualquiera se le muere un tío, Yo no quiero piedra en mi camino y El bajo cun cun, fue Pacho quien lo popularizó al colocar en los medios Rico pilón, pieza también compuesta por Bonne.
Desde el despunte de su carrera en los 50 de la pasada centuria el reconocido santiaguero ha legado alrededor de 200 obras de danzón, bolero, guaracha, canción, son, samba, conga, cha-cha-chá, merengue y montuno.
Sus composiciones han sido defendidas por destacadas figuras de la escena musical cubana como el propio Pacho, Fernando Álvarez, Ramón Calzadilla, Elena Burke, Caridad Hierrezuelo, Miguel Ángel Piña y Rosita Fornés y por las orquestas Estrellas de la Charanga y la Original de Manzanillo.
En 1961 formó Enrique Bonne y sus tambores, grupo de percusión que lo ha acompañado durante el resto de su trayectoria y con el cual ha participado en importantes evento dentro y fuera del país.
El talentoso compositor es Miembro de Mérito de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y en varias ocasiones ha formado parte del jurado de los concursos de música popular Adolfo Guzmán y Eduardo Saborit.
Fue merecedor de los premios nacionales de Música 2016 y de Televisión 2018, de la Distinción por la Cultura Nacional y las medallas Jesús Menéndez de la Central de Trabajadores de Cuba y la Alejo Carpentier. (Saylín Hernández Torres)
El ritmo Pilón existe solamente como etiqueta de algo que se venía haciendo desde mucho antes (para los conocedores, un golpe de conga en la hembra del timbal en los compases pares) por las orquestas orientales.