San Luis, Santiago de Cuba, 13 may.— 30 años de oficio tiene la enfermera sanluisera Iraida Duquesne Cabrera. Hace varios meses está de certificado médico y ante la llegada de la COVID-19 a nuestro país, no lo pensó dos veces para dar su aporte. Para ella colaborar en la protección a sus colegas es un deber como profesional.
“Yo tenía un material acrílico blando y se me ocurrió la idea de convertirlas en máscaras pues el nasobuco protege nariz y boca, pero no los ojos. Hice la primera, me salió bien y me dije: Este será mi aporte ya que no puedo estar en la primera línea de combate”, dijo Iraida.
Esta sanluisera con vasta experiencia en la enfermería, ha elaborado y donado al sector de la salud en San Luis, cerca de 50 máscaras acrílicas para proteger del contagio por la COVID-19 al personal médico, de enfermería y de apoyo. En casa, todos colaboran, su hijo pequeño, su hija graduada como doctora, igualmente algunas vecinas con sus máquinas de coser.
“Hay personas que se me acercan para ver si vendo y que va, ¡Cómo vender algo que es para salvar la vida humana! Les dono algunas y les explico qué material pueden traerme y se las hago siempre gratis”, acotó Iraida.
Iraida se suma a las cientos de sanluiseras que dan su aporte en tiempos de COVID-19. En esta enfermera sanluisera la solidaridad y el virtuosismo del corazón se unen a sus manos sabias, certeras y generosas.