Santiago de Cuba, 25 nov.— Apenas amaneció una representación del pueblo de Contramaestre se reunió en el parque Jesús Rabí de la cabecera municipal para rendirle homenaje a Fidel, en el tercer aniversario de su partida física. Como ha venido sucediendo en los últimos días, trabajadores de todas las esferas acudieron para expresar con su presencia que el sentimiento revolucionario que sembrara el eterno líder es más fuerte cada día.
Fidel visitó varias veces a Contramaestre. Primero cuando aun estudiante trabó amistad con un joven que le invitó visitar a su familia. Entonces quedó maravillado con el rio y la naturaleza de esta región del centro sur del oriente de Cuba. En medio de la guerra estableció su comandancia en el batey del central América desde donde dirigió parte de la batalla del BANFAIC, la última de la guerra de liberación nacional contra la tiranía batistiana.
El Comandante en Jefe, consciente de la importancia estrategica del hoy polo productivo de Laguna Blanca, estuvo en ese territorio contramaestrence el 18 de febrero de 1991, antes había inaugurado la presa Carlos Manuel de Céspedes y el hospital General Docente Orlando Pantoja Tamayo ubicado este en la ciudad capital de este municipio santiaguero.
Cuando las honras fúnebres del invicto comandante atravesaron el territorio del Contramaestre, el pueblo salió a la carretera central en un acto espontaneo de elevada admiración y respeto para formar parte de los millones de agradecidos que le dijeron hasta siempre.
Al cumplirse tres años de su partida física, cientos de contramaestrences abandonaron unos minutos sus labores en fábricas, oficinas, talleres, centros de servicios y escuelas para confirmarle que la construcción del socialismo tiene el denominador común de la unidad. Y es que no hay mejor forma de sentir la presencia de Fidel que no sea reunidos como pueblo con todos sus colores, edades, creencias y la juventud que él siempre confió como relevo.