Beijing, 7 ene.— China reiteró hoy la exigencia a Estados Unidos de cesar los envíos de buques de guerra a sus aguas jurisdiccionales sin tener permiso y le advirtió que tomará las medidas necesarias para defender su soberanía.
Lu Kang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo en rueda de prensa que su Gobierno presentó una protesta formal ante los representantes de dicha nación aquí por la entrada ilegal este lunes del destructor de misiles dirigidos USS McCampbell al mar Meridional.
El Ejército chino de inmediato mandó barcos y aviones a identificarlo y lanzarle una advertencia para que abandonara el área.
Lu recalcó que se trata de una acción violatoria de la soberanía y leyes del estado asiático, así como de las regulaciones internacionales.
Asimismo, puntualizó en que la presencia del destructor constituye una amenaza a la paz, la seguridad y el orden de la zona y, por tanto, Beijing continuará tomando todas las medidas pertinentes a fin de defender sus intereses allí.
Esta es la primera incursión ilegal que Estados Unidos hace este año en el mar Meridional de China y justo coincide con la reanudación de las negociaciones para solucionar el conflicto económico-comercial.
Cuestionado si esa maniobra afectará las pláticas, el vocero consideró que ambas potencias tienen la responsabilidad de garantizar un entorno libre de tensiones para resolver cualquier diferendo.
Durante 2018, distintos buques estadounidenses invadieron dicho espacio marítimo bajo el argumento de defender la libertad de navegación.
Aparte de las condenas inmediatas por parte de las máximas autoridades de Beijing, el Ejército Popular de Liberación de China realizó entrenamientos bajo condiciones de guerra allí ante la continuidad de esas actividades.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa, las maniobras tuvieron como objetivo central reforzar la capacidad combativa de los comandos aéreos y navales con intensos ejercicios por aire, mar y tierra, así como prepararlos mejor para salvaguardar la soberanía y seguridad nacional.