Washington, 28 dic.— La secretaria norteamericana de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, comenzará hoy dos días de visitas a zonas de la frontera entre Estados Unidos y México en medio del rechazo a las políticas gubernamentales sobre inmigración.
De acuerdo con la agenda prevista, la cual citaron reportes periodísticos, Nielsen viajará el viernes y el sábado a El Paso, Texas, y a Yuma, Arizona.
El recorrido de la titular tiene lugar cuatro días después de la muerte de un niño inmigrante guatemalteco, de ocho años de edad e identificado como Felipe Gómez Alonzo, que estaba bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por siglas en inglés).
Ocurrido en un hospital de Alamogordo, Nuevo México, ese deceso generó más indignación entre los críticos del Gobierno del presidente Donald Trump, quienes rechazaron a la administración por la muerte el 8 de diciembre de la niña de siete años Jakelin Caal, también de Guatemala y bajo el cuidado de la referida entidad.
Ayer, la agencia Associated Press difundió que el padre del chico dijo que su descendiente no tuvo signos de ningún padecimiento antes de enfermarse a inicios de semana.
Después de que un agente de la Patrulla Fronteriza notó que el menor estaba tosiendo, fue hospitalizado, y los médicos descubrieron que tenía fiebre, por lo cual estuvo en observación 90 minutos adicionales hasta recibir el alta en la tarde con recetas de amoxicilina e ibuprofeno.
Sin embargo, en la noche sintió náuseas y vómitos, lo que condujo a las autoridades fronterizas a llevarlo de regreso al Centro Médico Regional Gerald Champion, donde murió poco antes de la medianoche.
Caal falleció luego de ser detenida tras cruzar por Antelope Wells, Nuevo México, y la Patrulla Fronteriza comunicó que la menor, cuyo cuerpo llegó el domingo a la nación centroamericana, había muerto por deshidratación.
Su progenitor cuestionó esa afirmación y expresó que se aseguró de que ella estuviera alimentada y dispusiera de suficiente agua.
En este contexto, la CBP divulgó hace tres días que realiza nuevos controles médicos a todos los niños bajo su custodia, los cuales incluyen tanto a los que llegan como parte de unidades familiares como a los no acompañados.
Además, aseguró en un comunicado que está revisando sus políticas con un enfoque particular en el cuidado de los menores de 10 años de edad, en el momento del ingreso y después de las 24 horas de detención.
Según el texto, se analizan las opciones disponibles para aliviar los problemas de capacidad en las estaciones de la Patrulla Fronteriza y los puestos de control en El Paso, incluidas las viviendas temporales que puedan acomodar de manera segura a quienes están bajo custodia.
