Organismos de la economía global exponen prioridades

La Habana, 26 dic.— En el cumplimiento con eficiencia del plan de inversiones, para continuar desarrollando el país, y en la sustitución de importaciones, con productos y servicios de calidad, se centrará en 2019 la economía cubana.

Al comparecer anoche en la Mesa Redonda Informativa de la Televisión, junto a titulares de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social y Finanzas y Precios, y del Banco Central de Cuba, Alejandro Gil, ministro de Economía y Planificación, reiteró esa estrategia, que deberá ir acompañada del incremento de las exportaciones y del ahorro de portadores energéticos.

Las limitaciones financieras que enfrenta la Isla y el recrudecimiento del bloqueo norteamericano seguirán formando parte del complejo escenario en el nuevo año, además de problemas subjetivos que habrá que acorralar, pero no por ello deja de haber optimismo para enfrentar la principal tarea de la nación: la batalla económica, opinó Gil.

Calificó de meritorio el 1,2 por ciento de crecimiento que en 2018 experimentó el Producto Interno Bruto, por las adversas condiciones en que se logró, y precisó que se prevé en 2019 una tasa de 1,5, también baja pero realista al estar ajustada a nuestros recursos y sin que implique un aumento del endeudamiento externo, dijo.

El Ministro explicó que cumplir el plan es lo primero pues permite garantizar la calidad de vida del pueblo amén de que aún no satisface sus necesidades, y respecto a las inversiones subrayó el imperativo de que ellas mismas sean rentables, asuman de inmediato el pago de los financiamientos y comiencen a aportar ingresos al país.

Tenemos todavía problemas de disciplina, organización, productividad y de eficiencia, puntualizó el titular de Economía y Planificación, no sin insistir en esas reservas que en muchos colectivos y territorios hay cuando ahorramos y utilizamos adecuadamente los recursos materiales, financieros y energéticos, cuando buscamos solución a las dificultades; por ello el plan del 2019 es movilizador, acotó.

En la Mesa Redonda, Meisi Bolaños, viceministra de Finanzas y Precios, recordó que a más de 38 mil millones de pesos asciende el presupuesto del venidero año, recientemente aprobado como Ley por el Parlamento, en el que más 50 por ciento de su monto se destinará a la salud y educación, y el resto a garantizar las demás actividades básicas en beneficio de la población y del país.

También su uso y control eficiente a todos los niveles será una prioridad, de ahí su llamado a que cuando junto al plan de la economía se desagregue hasta la base, su presentación y discusión por los trabajadores sea con calidad y profundidad, en aras de valorar cuánto podemos ahorrar, qué podemos hacer para aportar más ingresos con menos recursos, manifestó.

Y en esta batalla habrá que continuar avanzando en la eliminación de la cadena de impagos, en la disciplina financiera, en el cumplimiento de los contratos, en lograr que el control del presupuesto sea integrador y oportuno, señaló la viceministra de Finanzas y Precios.

Sobre los hombros de 4,5 millones de trabajadores descansa hoy día la producción de bienes y servicios, 3,1 en el sector estatal y los restantes en el no estatal, que abarca no solo a cuentapropistas, sino las cooperativas, los usufructuarios, a las empresas mixtas y a la inversión extranjera, explicó Margarita González, ministra de Trabajo y Seguridad Social.

Ofreció un dato interesante: en 2018 la Encuesta Nacional de Desocupación, realizada por la Oficina Nacional de Estadística e Información, arrojó que había 76 mil desocupados en Cuba, para una tasa de 1,7 por ciento, índice que se mide solo entre aquellas personas que buscan empleo y no abarca a quienes por razones diversas no tienen interés en trabajar.

La titular abundó en los esfuerzos del país por continuar brindándole toda la atención a los jóvenes recién egresados de las enseñanzas media superior, tecnológica y superior, en materia de empleo, máxime cuando el envejecimiento de la fuerza laboral ya comienza a sentirse, y a través de la seguridad social a personas, jubilados y familias necesitadas de ayuda por el Estado.

El 2018 fue para la banca cubana de mucho reto dada la persecución financiera que como parte del bloqueo norteamericano enfrentó, sin dejar de renunciar a la bancarización y la inclusión financiera, en aras de mejorar la calidad de los servicios, en lo cual Irma Martínez, ministra-presidenta del Banco Central de Cuba, dijo están aún insatisfechos.

Se pretende avanzar en la llamada agenda digital, que incluye aumentar la red de cajeros automáticos (hoy hay 927, distribuidos solo en 70 de los 168 municipios del país), las terminales de puntos de venta, la banca telefónica, la banca por Internet, las pasarelas de pago para el comercio electrónico y la banca móvil.

La funcionaria informó que trabajan por la sostenibilidad de lo alcanzado en aras de que no haya retroceso alguno, lo cual presupone la adquisición de piezas de repuesto para esos servicios.

Martínez señaló que más de 4,8 millones de tarjetas electrónicas se han emitido con vistas a facilitar el pago de bienes y servicios, incluidos los tributos, y paralelamente a la tarea de lograr que todos los cajeros funcionen se dan los primeros pasos, en la capital, para instalar cajeros recicladores, con los cuales se puede también depositar dinero. (Fidel Rendón Matienzo)

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abril 11, 2024 at 1:44 am
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Hay que adelantarse a los acontecimientos. La ingenuidad en la comunicación, cuesta.
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