En declaraciones a la cadena Franceinfo, comentó que entre un 20 y un 30 por ciento de los dueños de negocios estiman que pasarán mucho trabajo, ya sea para reabrir o continuar sus actividades.
Los llamados comercios no esenciales fueron cerrados a finales de octubre por el gobierno ante la segunda ola de la Covid-19, una medida que tuvo particular impacto durante noviembre.
Según Koeberlé, la decisión de permitir la reapertura de los establecimientos el 28 de noviembre para el Viernes Negro mejoró la situación, pero no compensa las afectaciones.
Las ventas de diciembre son buenas, las personas volvieron a las tiendas, aunque al comparar los dos últimos meses del 2020 con idéntica etapa de años previos, el escenario es catastrófico para los comerciantes, insistió.
