Santiago de Cuba, 3 dic.— Quien pretenda con palabras o con hechos denigrar el gesto más humano y sincero que ha tenido la Revolución con sus hijos y con la humanidad no conoce de los sacrificios que a diario protagonizan los héroes de batas blancas de este país. La prueba más reciente de ello ha sido el enfrentamiento a la pandemia más letal de los últimos tiempos. Así honran el Día de la Medicina Latinoamericana.
Hablar de la medicina cubana y sus protagonistas entraña en si una cuota de sentimiento y pasión innegable ante hechos palpables. Me viene a la mente el testimonio de una de las estudiantes de enfermería que presenció los sucesos del Moncada en el antiguo hospital civil Saturnino Lora donde fue asesinado el doctor Mario Muñoz Monroy, quien vestía su bata de galeno con las iníciales cifradas en el bolsillo y sus sicarios, sin miramiento, se lo arrancaron y lo ultrajaron hasta dejarlo tendido sin vida.
Pienso también en Ernesto Guevara de la Serna nuestro querido Che que emprendió caminos en el yate Granma y fue combatiente y médico de la guerrilla, combinando elementales deberes con la vida y la libertad.
En su alegato histórico de autodefensa La Historia me Absolverá, con su preclaro pensamiento el Comandante en Jefe, Fidel Castro, denunció la situación de la salud para el pueblo cubano en ese momento (1953); expresó entre otros datos sobre la salud pública en Cuba que la mortalidad infantil era superior a 60 niños fallecidos por cada mil nacidos vivos; la esperanza de vida no rebasaba los 55 años de edad; 90% de los niños del campo estaban devorados por parásitos y la existencia de un médico por cada mil habitantes, concentrados en la capital. Este panorama era la síntesis de la situación de la salud para el pueblo cubano a fines de la neocolonia.
Desde entonces los esfuerzos de la Revolución por preservar la salud del pueblo ha sido una constante y para ello no se escatiman esfuerzos ni recursos. Cuba ha logrado posesionarse como una potencia medica capaz de ofrecer ayuda a otros paises.
A pesar de las campañas difamatorias contra nuestros médicos, escases de recursos y medicinas, los galenos cubanos escriben con sus acciones cada día innegables y gloriosas páginas a favor de la vida y honrando a aquellos que desde la medicina, hicieron también Revolución.
