Ante la compleja situación epidemiológica que presenta la provincia, las autoridades de salud han desplegado un operativo intensivo de fumigación que recorre de manera sistemática las manzanas de la ciudad, con el objetivo de reducir la población de mosquitos Aedes aegypti y cortar la transmisión de enfermedades como el dengue y el chikungunya.
La estrategia sigue un desplazamiento planificado que comienza en las zonas de mayor riesgo y se extiende progresivamente hacia áreas de menor riesgo. Este recorrido se realiza «cerrando las cuatro caras» de las manzanas seleccionadas, asegurando una cobertura total en los focos identificados con los índices más altos de infestación y presencia de mosquitos adultos.
El operativo combina dos tipos de fumigación para maximizar su efectividad, fumigación extradomiciliaria y fumigación intradomiciliaria.
En conversación con el Doctor Raul Leyva Caballero, jefe del departamento de explicaba que esta combinación produce un efecto sinérgico, disminuye drásticamente la cantidad de mosquitos volando, lo que a su vez reduce la velocidad de transmisión de las enfermedades.
La campaña se centra en dos frentes. Primero, el tratamiento adulticida, dirigido a eliminar al mosquito en su etapa adulta y voladora para bajar rápidamente la densidad poblacional. Posteriormente, se realiza el tratamiento focal, que consiste en la aplicación de abate en los depósitos de agua. Este larvicida garantiza la mortalidad de las larvas y pupas en sus diferentes estadios, atacando el ciclo reproductivo del vector directamente en su criadero.
Las autoridades sanitarias enfatizan que este es un tratamiento intensivo que se realiza diariamente. Sin embargo, se hace un llamado dado a la persistencia de desechos sólidos en las comunidades, que crea condiciones que perpetúan los riesgos, al servir de refugio y criadero no solo para mosquitos, sino también para roedores, cucarachas y moscas. Esto incrementa el peligro de brotes de otras enfermedades como leptospirosis y enfermedades diarreicas.
Mientras más riesgos ambientales existan, mayor será la vulnerabilidad de la población no solo al dengue y chikungunya, sino también a otras enfermedades que podrían emerger en el actual escenario epidemiológico. La campaña de fumigación es una medida crucial, pero su éxito depende en gran medida